Bueno, hoy traemos por aquí algo diferente, y muy a mi pesar, es la primera referencia que pruebo. No se estila mucho -o yo no he sabido encontrar- elaborar Braggots entre nuestros cerveceros locales, qué le vamos a hacer. Pero -como sucedía en los cómics de Astérix- ¿Todos? ¡No! Un minúsculo reducto ubicado en la localidad garrotxina de Tortellà resiste. Se trata de la cervecera Terra Aspra, de la que ya catamos su Pale Ale hace un lustro.
La verdad es que me la ha regalado mi compañera de trabajo Adriana -que es un primor- y que estuvo realizando una visita con cata incluida en las instalaciones de la cervecera de marras. La chica tuvo un detallazo con servidor y desde estas líneas se lo agradezco.
El Braggot es una bebida híbrida a caballo entre la cerveza y el hidromiel. La verdad es que no sé si se puede considerar como cerveza, el caso es que yo lo voy a incluir en el blog. Vamos, resulta que hay cervezas con mosto de uva, con levadura de vino, con levadura de cava, con alcachofas, con calabazas, con pollas en vinagre, Pastry Stouts, Pastry Sours, Suputamadre Sours... y ahora resulta que no vamos a poder mezclarlas con hidromiel. A cagar ya.
Pues nada, la sirvo en copa TeKu, presentando un color rubio bastante turbio. La carbonatación es bastante escasa, y aunque se me conoce por mi arte torero escanciando birras, no logro sacarle apenas medio dedito de espuma, que no tarda en desaparecer. En boca es dulce, no por ello empalagosa, con un puntito sour sutil e interesante (no sé si debe considerarse como defecto, ya que no tengo ningún otro referente). El alcohol está muy bien integrado para llevar un 9,0%. La verdad es que para llevar miel me imaginaba que iba a ser mucho más dulzona, pero la verdad es que está bastante equilibrada, con el toquecito agradable de la miel, pero sin que ésta solape el resto de sabores maltosos que nos ofrece. El sabor de la cebada siempre de fondo y en general bastante interesante.
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