Cómo apreta la canícula. Mare de Déu Senyor! Yo en estos casos tampoco es que le haga ascos a una buena Imperial Stout o a una Quadrupel, pero quizás a vosotros os apetezca algo más ligero y refrescante. Pues vamos allá que el lector manda.
Hoy vamos a tirar de clasicazo yéndonos hasta la ciudad de Colonia para disfrutar una de sus célebres cervezas Kölsch. Estas cervezas, de alta fermentación, tienen denominación de origen, aunque en numerosas ocasiones podemos ver referencias de otros países etiquetándolas como tal.
De hecho (es triste admitirlo, pero es así) ésta es la tercera Kölsch -tras Gaffel y Früh- elaborada en Colonia que pasa por el blog.
Este tipo de cervezas se suelen servir en un vaso de tubo similar al de los cubatas. Como en casa no tomo destilados no dispongo de este tipo de cristalería, así que esto es lo más parecido que he encontrado. La sirvo y presenta un color dorado totalmente límpido y sin impurezas. Carbonatación media, me contuve de escanciarla como es habitual en mí, y esperé para dejar ese dedito de espuma blanca y compacta.
En nariz podemos disfrutar del aroma a cereal y ciertas notas afrutadas propias de la fermentación alta. En boca es una cerveza ligera, muy bebestible, muy crispy y refrescante. Un puntito afrutado muy sutil, pero con predominio claro de la cebada. amargor final muy suave. 4,8%. Me costó 1,00€ en Beerstore de Barcelona (la compré el día 8 de junio y vencía el 4). Botella de 33cl.
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