Pues llevaba ya más de tres años sin catar una Omnipollo. Algunas de las últimas cervezas que catamos me parecieron del montón, alguna incluso bastante mediocre. Teniendo en cuenta las clavadas que te meten por la mayoría de sus cervezas, esto me produjo una severa hinchazón escrotal en más de una ocasión. Si a esto le sumamos alguna de las gilipolleces de sus dos fundadores, decidí directamente dejar de comprarles.
Si embargo, la cerveza de hoy me la regaló Raül de la General de Begudes de Valldoreix. El hombre sabe que me encantan las Farmhouse Ales y tuvo ese detallazo conmigo. Así que hoy publicamos la correspondiente entrada en el blog.
Henok Fentie y Karl Grandin saben mucho de realizar cervezas con panes de hamburguesa y patatas fritas y astracanadas del estilo, pero de Farmhouse Ales no tienen ni puta idea, de manera que lo que han hecho es acoplarse a los estadounidenses Prairie -que de esto saben un buen rato- le han dejado el encargo a los belgas de De Proef -a lo Mikkeller style- le han puesto sus características etiquetas lisérgicas y a correr.
El fruto de la colaboración es Potlatch, una Saison lupulizada únicamente con Mosaic, y refermentada con Brettanomyces. La receta lleva también malta de cebada y avena.
Retiro el papel de aluminio azul del cuello de la botella y procedo a sacar el -iba a decir corcho- plástico amarillo chillón marca de la casa. La sirvo en copa TeKu, presentando un límpido color dorado muy apetecible. La carbonatación es abundante y genera una copiosa corona de espuma de color blanco, que estaría a medio camino entre lo cremoso y lo jabonoso. Persistencia media de la espuma y buena retención del carbónico.
En nariz se nota bastante el Mosaic, aportando agradables aromas cítricos que nos recuerdan al limón. En boca es una cerveza muy agradable, con el Mosaic aportando ese agradable sabor a limón que resulta muy refrescante. Se puede disfrutar también del sabor que nos aporta la levadura, un puntito herbáceo y notas afrutadas muy sutiles que nos recuerdan a la fruta tropical y la fruta de hueso. No noto el Brett especialmente. Me esperaba un puntazo funky muy guay y en ese aspecto ha sido un chasco. Final amarguito. La verdad es que es una Farmhouse Ale muy fina y agradable, pero tampoco nada destacable. Con el puntito del Brett se han quedado bastante cortos. 7,0% perfectamente integrado. Botella de 75cl.
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