Los reyes de las NEIPAs también saben trabajar otros estilos, y de vez en cuando se marcan alguna Fruited Sour como es el caso.
Kom Beer nos presenta su Niño Melón, elaborada malta de cebada, trigo, avena y la adición de kiwi, melón cantalupo y limón.
La sirvo en copa TeKu. Presenta un color dorado subido, un pelín velado. La carbonatación es bastante abundante y la persistencia de la espuma media. Quizás no pueda apreciarse en la fotografía porque me demoré demasiado sacando fotos bizarras para instagram y la cosa bajó considerablemente. Burbujita fina y chispeante en boca.
En boca es una cerveza afortunadamente de acidez moderada. Tenía mis temores antes de la cata, ya que el estilo de por sí es ácido, y el limón y el kiwi también traen lo suyo. Así que me imaginaba yendo a la farmacia a por una caja de Almax Forte. No llegó la sangre al río. Predomina el sabor a melón, muy rico y agradable, con el puntito cítrico muy refrescante. El kiwi, siendo honesto, no lo he encontrado. Quizás no sería una cerveza que repetiría, pero sí es una birra resultona y que se sale un poquito de las rutinas frutiles a las que nos tienen acostumbrados las Fruited Sours. 5,8%. 26 IBU. Comprada refrigerada en la General de Begudes de Valldoreix por 4,28€. Lata de 44cl.
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