24 de enero de 2019

4 Pedres - Badalona


El pasado viernes quedé para echar unas birras con el colega Bobjop y su pareja Cira, que recientemente se han ido a vivir a Sant Adrià. La idea primigenia era visitar el Barna Brew o alguna cervecería del centro de Barcelona (beerxample o cercanías), pero al final por problemas de horarios nos vimos obligados a reunirnos en Badalona, que era lo que más cerca les pillaba a mis colegas, que se habían quedado sin moto. Total, que me tocó hacer turismo y chuparme la L2 enterita para plantarme allí, más allá del Besòs, ese territorio desconocido.

La verdad es que si no hubiese sido por ellos nunca me hubiese acercado al 4 Pedres, así que finalmente, después de la visita, les tengo que estar agradecidos porque pasamos un rato muy divertido acompañado de muchas risas, buena compañía y un buen puñado de birras. Suerte que no cogí el coche porque acabé bastante tocao. ¡Viva el horario nocturno del metro!

Del 4 Pedres ya tenía noticias de su existencia desde 2014, cuando por casualidad compré su BDN Centenaris de anís estrellado, que me gustó bastante. Desde entonces puse el pin en el mapa Google de cervecerías que me faltan aún por visitar, y allí se quedó, durante 5 años muerto de risa. Como no hay mal que cien años dure, allí me planté yo, trípode en mano para finiquitar el asunto.

El 4 Pedres se ubica en pleno centro de Badalona. Está a solo dos calles de la estación terminal de la L2 (la linea lila), prácticamente al lado del Ayuntamiento. Es muy cómodo ir en metro, pero si decidís ir en coche también hay un aparcamiento en el parque de Pep Ventura, al lado de la parada del suburbano. Si tenéis idea de acabar un poco toñaos siempre es mejor la primera opción. El local está en una estrecha calle peatonal, y al ser muy pequeño no es difícil pasárselo de largo, os lo digo por experiencia.

La fachada ya nos indica que es una cervecería con solera, de las de toda la vida. Al entrar le daría un parraque a Marie Kondo. Es lo más recargao que te puedas imaginar. Todas las paredes (incluso las de los lavabos) están forradas con etiquetas de cerveza. Botellas por todas partes, carteles, fotos de actores y películas de cine... todo un museo. Me imagino qué cara pondría Mikkel Borg al entrar aquí, esto es la antítesis del diseño nórdico.

Como es pronto y no hay demasiada gente me dirijo a la barra para entablar conversación con el equipo. Me sueltan que mejor no haga fotos de la gente (ya lo hemos solucionado) y que allí no puedo estar, que me pire para una mesa del fondo. ¡Joder qué derroche de simpatía! ¡Y eso que les hago la reseña por la patilla!  Pues eso, me fui para el fondo y al cabo de 2 o 3 fotos aparecieron por la puerta mis amigos Bobjop y Cira.

El local es muy estrecho pero alargado, así que la única mesa que hay está en la sala del fondo, donde no te dejan sentarte a no ser que vayas en un grupo de más de cinco personas. El resto son todo barriles con sendos taburetes. Como nosotros éramos 3 nos indicaron que nos sentásemos alrededor de uno, justo al lado de una pared de donde parecía que en cualquier momento se me iban a aparecer las caras de Bélmez. El servicio es rápido, no son un derroche de simpatía pero sí eficientes. Nos toma nota un chico de las primeras birras, que no tardan en aparecer. El 4 Pedres tiene una gran oferta cervecera tanto en botella como en barril. Tienen 14 tiradores, dos de ellos de bomba de mano, con algunas cervezas de la casa -De Caelo- y gran diversidad de estilos, procedencias y graduaciones. Varias IPAs, algunas Imperial Stouts, Eisbock, la Schlenkerla Urbock, alguna Weizen, alguna Porter, Milk Stout, Saison, Pilsner y diversas Ales belgas. La mayoría del producto era europeo (muchas de ellas españolas), la más lejana era una IPA de Anchor (San Francisco), para que os hagáis una idea. Yo siempre empiezo tomando la cerveza de la casa y luego ya me voy a explorar el resto de la pizarra.


Uno de los puntos a favor que tiene el 4 Pedres que con cada cerveza te traen una tapa, cortesía de la casa -esta práctica en Barcelona lamentablemente escasea- que sinceramente, es muy de agradecer. Con la primera birra te traen una copa de Martini llena de palomitas aderezadas con dos brochetas de ganchitos y bolitas de queso y unos adornos muy carnavalescos. Maravilloso. En la mesa de al lado trajeron una tapa con bengalas y todo, no recuerdo de qué era la tapa, pero era para pedirla solo por el show. Si os va el rollo performance lo vais a flipar. Además de las palomitas te traen un pequeño montadito a elegir entre: morcilla, chistorra, chorizo y jamón.

Para hacer cojín también pedimos unas patatas chips y una tapa de queso de cabra. Como la cosa se fue alargando, con las sucesivas birras fueron cayendo el paté a la cerveza Trapista y el surtido grande de queso y embutido (botifarra, jamón y longaniza) acompañado de su pa amb tomàquet. Al no tener cocina la oferta gastronómica es limitada, por la hora que era se echó de menos algún bocata (aunque fuera frío) porque la verdad es que acabé bastante toñao, luego entenderéis porqué. Por si os interesa el resto de su carta hay: conservas variadas, olivas, pimientos rellenos, variedad de olivadas, y básicamente patés, quesos y embutidos.

A medida que íbamos pidiendo más birras la simpatía del servicio fue mejorando considerablemente. Al final incluso estuvieron hablando con nosotros y pudieron explicarnos un poco su vocación cervecera y que elaboran sus cerveza propia en las instalaciones del Refu, en la Val d'Aran, que ya visitamos en el mes de octubre. Durante nuestra visita al 4 Pedres tenían pinchadas una Saison y una IPA de la casa, y en botella una Traditional Ale, una Stout, una Imperial Stout, una Belgian Blond y una Brown Ale. La verdad es que pasamos una tarde muy agradable y divertida, el 4 Pedres es uno de esos sitios entrañables donde, al margen de la recargada decoración, existe ese caliu que te hace estar muy a gusto. Sin más, procedo a colocar su correspondiente pin en nuestro Mapa Birruno y esperamos visitarlos otra vez ¡espero que no pasen otros 5 años! ¡Hasta pronto!

Balance de daños:


-De Caelo - 17.23. IPA muy suave, no excesivamente lupulizada, herbácea y final muy amargo (55 IBUs) pero muy bebible. Entraba con alegría, y el hecho de no ser muy hoppy puede ser una buena introducción para el público neófito. 6,0%.

-De Caelo & Refu - Entredos. Saison elaborada en colaboración con el equipo del Refu en sus instalaciones de Bossòst. Muy rica, muy bebible y muy refrescante, con un puntito seco final (25 IBUs). 6,7%.

-Anchor - Blackberry Daze. American IPA elaborada con moras. El aroma y sabor a moras realmente impresionante, los lúpulos un poco más mustios, pero en general muy beberciable y bastante curiosa. 50 IBUs. 6,5%.

-Fourpure - Malt Shake. Oatmeal Milk Stout. Tenía muchísima curiosidad en probar alguna cerveza tirada en bomba de mano y no dudé en pedírmela. Muy suave y muy sedosa. La sensación en boca es como la de tomarse un café con leche. Muy cremosa y con el saborazo de la vainilla y el chocolate brutal. Aunque pueda parecer empachosa la verdad es que entró como el agua. 27 IBUs. 5,5%.

-Schneider Weisse - Aventinus Eisbock. A Cira le dio por pedirse este pelotazo que la dejó doblada, así que tuvimos que colaborar para acabárnosla. Eisbock de 12%. Muy azucarada, muy maltosa y con esos toques de caramelo y fruta seca: higos, ciruelas y uvas pasas. No es una cerveza facilona ni mucho menos. La verdad es que acabé muy tocao.

4 Pedres                Lleó 33, Badalona (Barcelona)              www.4pedres.cat              4pedres@gmail.com          93   384   01   36

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