El pasado mes de agosto hicimos una incursión rápida desde Benicàssim a Valencia porque mi mujer quería comprarse unos zapatos en una tienda muy concreta (por lo visto aquí en Barcelona no los venden). No creáis amigos míos que no me fui allí con los deberes hechos. Aparcamos en la puerta de la misma zapatería pasadas las 19:30, de manera que como mucho me tocaría chuparme media hora de compras, y el resto de la tarde para el birreo craft. Así que mientras mi mujer se probaba todos los zuecos habidos y por haber, yo estudiaba minuciosamente todos los pins que tengo marcados en mi mapa Google de cervecerías y tiendas aún por visitar. La verdad es que Valencia está minada y al estar situados justo en la línea divisoria entre el Ensache y Ruzafa -en pleno epicentro del craft valenciano- me resultó muy difícil decidirme, pero al final opté por darnos un paseo hasta el Olhöps de la calle Sueca, en el bonito barrio de Ruzafa.
Ruzafa es mi barrio favorito de la capital valenciana. A mi familia y a mí nos encanta pasear por sus calles plagadas de terrazas, con unos edificios de fachadas impresionantes y muy bien cuidadas, para disfrutar de su agradable ambiente. En esta ocasión, por el hecho de ser agosto (y encima con la pandemia) quizás había menos gente que en otras ocasiones, pero aún así se respiraba un ambiente agradable y las terrazas de los numerosos bares y restaurantes que pudimos ver estaban bastante llenas (supongo que en el interior de los negocios no habría tanta gente). El caso es que fuimos andando desde la zapatería en cuestión hasta el Olhöps, disfrutando de lo agradable del trayecto. Nuestra idea era tomarnos unas birras en el Olhöps y posteriormente cenar en el Ruzanuvol, que ya habíamos visitado hace un par de años, y lo cierto es que tenía mucho mono de la TipoPils de Birrificio Italiano.
Como mi familia y yo todavía tenemos un poco de paranoia debido a la emergencia sanitaria preferimos quedarnos fuera. En la acera disponen de una pequeña terraza con unas mesitas muy chulas perfectas para unas birras al aire libre. Como nosotros somos cinco estas mesas se nos quedan cortas, así que preferimos instalarnos en el hueco de la entrada -también al aire libre- pero que cuenta con unas mesas bajas y unos bancos perfectos para que nuestra prole haga el cabra al más puro estilo Kílian Jornet, pero valencià style. Dentro se está mucho mejor debido al aire acondicionado, pero aún así preferimos quedarnos fuera. Somos los únicos que estamos en la terraza. En el interior apenas hay cuatro personas, pero es agosto y hay pandemia. En Barcelona las cosas no es que estén mucho mejor por lo poco que he podido ver. Me acerco a la barra para echarle un ojo a su pizarra y ver qué tienen pinchado.
El local es bastante alargado. Antes de llegar a la barra disponen de numerosas mesas redondas para grupos reducidos. En la barra cuentan con diez grifos rotatorios, así como una nutrida nevera con auténticos birrotes de las cerveceras más top, con gran variedad de estilos. Al fondo el espacio se estrecha, quedando a la izquierda una estantería llena de botellas de cerveza (la mayoría de muestra) y en el centro dos mesas alargadas pasa grupos más numerosos, que intuyo que deben ser donde se deben realizar las catas y otros eventos cerveceros. Al final de todo hay otra mini barra, que tiene pinta de ser donde deben servir la comida. Los viernes y sábados sirven entrantes y tacos de la taquería La llorona. Los martes realizan quedadas de intercambio de idiomas. Los jueves suelen realizar también otro tipo de eventos gastronómicos.
Olhöps dispone de dos sucursales, la otra se ubica a dos escasas manzanas de allí, en el mismo barrio. Además de llevar las cervecerías, Olhöps también se dedica a la distribución de cervezas. Cuentan con una tienda online donde venden las birras que suelen tener en sus neveras. Elaboran su propia línea de cervezas -H2ÖL- y también se dedican de manera singular a la elaboración de helados con cerveza -HÖP Cream- que tienen una pintaza brutal. De momento cuentan con cuatro sabores: chocolate, vainilla, cítricos y fresa. En la cervecería se pueden combinar con la cerveza que más te guste.
Las marcas que pudimos encontrar en su neverote son: Brasserie Des Franches-Montagnes, Cascade, Mikkeller Baghaven, 3 Fonteinen, Siren, Amundsen, Lervig, Frau Gruber, CR/AK, Third Barrel, Gipsy Hill, Põhjala, Pühaste, Poppels, Ārpus, Hop Hooligans y The Piggy. A nivel nacional destacan Espiga, Alegría, Zeta, Castelló Beer factory, Garage Beer, Península, Cierzo y La Quince entre muchísimos otros.
Estuvimos poco rato, quizás hubiese probado alguna otra cerveza de su nevera, pero teníamos miedo de llegar demasiado tarde al Ruzanuvol y que no hubiera ninguna mesa libre en su terraza, así que nos fuimos pronto. De momento les colocamos su correspondiente pin en nuestro Mapa Birruno.
Balance de daños:
-Sáez & Son - Calderona. IPA de la terreta que recibe su nombre de la sierra valenciana donde está ubicada Náquera, que es la sede de esta cervecera. Está elaborada con los lúpulos Mosaic, Citra, Simcoe y Chinook. Aroma y sabor a melocotón, fruta tropical y cítricos. También un puntito herbáceo y un amargor final moderado (25 IBUs). Muy fácil de beber y muy rica. 5,7%. Entró sola.
-Tyris - Original. Ante la falta de Lagers mi mujer se pidió la ya conocidísima por todos Original de Tyris. Al primer sorbo ya nos dimos cuenta de que algo iba mal. Una acidez chirriante nos hizo pensar que o bien ese barril llevaba allí muerto de risa más de la cuenta o bien no se había purgado el grifo correctamente. Si una cerveza que puedo encontrar en un LIDL sin refrigerar y a la mitad de precio está en mejores condiciones que en la que se supone que es la mejor cervecería craft de Valencia pues como que se me cae un mito.
Olhöps Sueca 21, Valencia www.olhops.com info@olhops.com 650 135 022
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