13 de diciembre de 2018

Olofson - Barcelona


Puente de la Purísima, yo de vacaciones con los niños y mi mujer currando. ¿Me voy a quedar en casa especulando con la idea de hacerme el harakiri con un destornillador? No way bro! ¡Venga, desfilando muchachada, que nos vamos a comer fuera! Como mami sale tarde me llevo primero a comer a éstos nuggets de pollo rebozao del que les mola en un restaurante de comida rápida. Al enano le toca potito de supremas de merluza, estás de suerte chaval. De premio se caga y acabamos los cuatro en el lavabo de minusválidos jugando a una suerte de tetris mezclado con el twister y la jota aragonesa. Le digo a mi hija que me sujete el bolso de los pañales antes de que se despeñe su hermano menor desde el cambiador. Sobrevivimos a la tragedia. La vida paternal es muy dura amigos. Ponemos rumbo hacia el curro maternal en pleno corazón de la ciudad condal. Dan las dos y media, mami sale por fin. Cerca de su lugar de trabajo el grupo hostelero Tribu Woki acaba de abrir una nueva cervecería craft especializada en ahumados. Evidentemente hay que estrenarla. Ponemos rumbo al 54 de la calle Londres donde nos espera el recién estrenado Olofson. Sí, amigas, hay vida birruna más allá del Clínic.


Allí nos esperan 12 grifazos rotatorios de cerveza artesanal. El espacio es muy amplio y está prácticamente vacío. No nos da tiempo a elegir mesa, mis hijos se tiran en plancha a un sofá esquinero muy mullidito al que acompaña una mesa baja. Allí nos quedamos aunque el lugar sea más apropiado para tomarse unas birras o unas copas entre colegas que no para comer en familia, pero como tengo mucha hambre decido ir al grano y estudiar qué opciones tenemos para comer. No viene nadie. Ah, que hay que levantarse y pedir y pagar en la barra.

Echamos de menos a alguien que nos explicase un poco en qué consiste la cocina del lugar y cómo están elaborados los platos, máxime cuando en el local solo había tres personas más. Para no quebrarnos mucho la cabeza decidimos pedir el menú de mediodía que ofrecen los días laborables. ¡Ojo! que el precio del menú incluye media pinta de la cerveza del día. Miro la pizarra a ver si lo adivino... ¡Bingo! La Leikeim Premium Pils. Jooodeeer. Descarto la idea del menú y me voy a pedir a la carta, y de esa manera poder elegir la cerveza que más me apetezca. A mi mujer la Leikim ya le parece bien y sigue apostando por el formato menú. La pizarra es bastante variada en cuanto a estilos. Me ha sorprendido gratamente encontrarme la Gueuze de Tilquin, que es una maravilla. También tienen algunas IPAs locales, alguna Porter, una Imperial Stout, una Bitter, una Belgian Ale e incluso la Hazelnut Brown Nectar de mis bienamados Rogue. Lo único que me destrempan son los dos tiradores de Leikeim, la Premium Pils antes citada y la Weizen, que tampoco es santo de mi devoción. Opciones baratunas para público neófito y para enchufar con el menú. También me es muy grato encontrarme la Schlenkerla Rauch Märzen de Heller. Tiene su lógica tratándose de un restaurante de ahumados. También cuentan con una pequeña neverita con varias opciones en lata y botella.

El espacio es amplísimo y cuenta con numerosos rincones. A destacar su soleada terraza, muy agradable para el buen tiempo, que cuenta con varias mesas en la acera y algunas mesitas con taburetes en la entrada del local. Nada más entrar nos encontramos con la barra con sus respectivos taburetes, donde poder disfrutar de unas buenas cervezas artesanales. También en la entrada hay un espacio al lado de unos ventanales bastante agradable por su iluminación. Una vez dentro hay numerosas mesas de todo tipo: algunas altas con taburetes para el cerveceo, algunas a media altura para disfrutar de una buena comida o cena y la mesa baja del sofá esquinero -allí fuimos a parar nosotros- donde disfrutar de una buena reunión entre amigos con unas buenas birras de por medio. Al fondo se encuentra la cocina, donde elaboran los ahumados, totalmente caseros. El chef es sueco y domina el tema. El local en general es bastante oscuro. Las paredes negras y el suelo de terrazo rojo se comen la luminosidad que entra desde la calle. Unido a lo espacioso y vacío del local, el conjunto me resulta bastante frío (es una valoración personal). Supongo que abarrotado, y con los grupos que traen para tocar música en directo, debe cambiar bastante esa sensación. La decoración es bastante bonita y moderna (salvo el suelo), con unas lámparas muy chulas. La vegetación de la entrada da algo de alegría.


Por fin lo tenemos claro y me levanto hacia la barra para ir a pedir. Yo me pido el bocadillo de pastrami ahumado durante 9 horas con pan de centeno bio, mostaza y salsa tártara con encurtidos, acompañado de la IPA de Tibidabo. 9,50€ el bocata más 4€ de la media pinta de birra. ¡Que alguien me repita otra vez que el Mikkeller Barcelona es caro, que me entra la risa! Mi mujer pide el menú, donde por 12,50€ le entra una ensalada de mezclum con pollo ahumado, media pinta de Leikim Pils y un carrot cake. A los críos como ya han comido les pido un brownie con nata ahumada. Cocina sueca a precios suecos. Creo que me salió más barato el bocata que se tomó mi mujer en Stortorget -en todo el meollo guiri de Estocolmo- este verano.


En el resto de la carta podemos encontrar los siguientes entrantes: mazorca de maíz hervida, patata ahumada con queso cremoso, champiñón relleno de mozzarella ahumada, daditos de salmón marinado con queso ahumado y bacalao ahumado con salsa gravlax y cebolla frita. Tienen tres tipos de ensaladas (verde, de pollo y de salmón ahumado). Cuentan también con variedad de bocadillos calientes que sirven en pan de frankfurt: de salmón ahumado y de pechuga de pollo. También está el de pastrami que me pedí yo. Como platos fríos sirven lomo de bacalao, filete de caballa y salmón ahumado. Como platos calientes tienen salmón ahumado, costilla de cerdo, caballa ahumada y costilla de ternera. Además de los postres antes mencionados también tienen queso brie ahumado con mermelada de arándanos.

En general me pareció un lugar bastante caro. En cualquier restaurante por 10€ espero tomarme un menú de mediodía como Dios manda, con entrante, segundo, postre y bebida. Si me cuesta 12,50€ me espero algo más excelso e incluso llevarme el tupper a casa con lo que sobre. Si en Olofson por 12,50€ te entra una ensaladita, con una Lager barata y postre para acabar pasando hambre a mí personalmente la cosa no me cuadra. Cabe decir a favor de Olofson que todos los ahumados son caseros y que la mayoría de los productos que utilizan son ecológicos. Aún así no lo acabo de ver, máxime cuando tengo que levantarme para ir a pedir cualquier cosa o ir a pagar. Para lo poco que salgo de casa, cuando lo hago y visito un restaurante espero que me sirvan y estar un rato tranquilo y relajado mientras mi prole me lo permita. Tener que levantarme para cualquier gestión me provoca un bajón bastante grande, para ser honestos. De cualquier modo ya forman parte de nuestro Mapa Birruno y por tanto les colocamos su correspondiente pin.

Balance de daños:

-Tibidabo - Hop Bang. American IPA de la cervecera de Hospitalet de Llobregat. Muy aromática y agradable al olfato. En boca mucho pino, muy herbácea y con una buena dosis también de fruta tropical. En general muy refrescante y muy rica. Final bastante amargo. Una grata sorpresa. 6,3%.

- Leikeim - Premium Pils. Pilsner teutona ligera y aguada. A mi mujer le gustó. Yo a una Pilsner le pido bastante más. De todos modos no es una cervecera que me entusiasme en demasía, pero repito, para un público neófito puede servir como comienzo. ¡Ojo! que me parece perfecto que siempre se pinche una Pilsner! 4,9%.

-Nómada - Papaya Rye. En 2016 se llevó la medalla de oro en el ranking mundial de Ratebeer de mejores Double IPA del mundo, por encima de la Pliny The Younger de Russian River o de algunas elaboraciones de Tree House, Hill Farmstead o Trillium. Luego, José Benedicto en su blog explicó de manera bastante clara cómo sucedió este hecho. Es una cerveza que ya probé en su día en La Fira del Poblenou (creo que la de 2012 o 2013) y además me la tiró Sami Claret. Como han anunciado a bombo y platillo que no se va a volver a elaborar nunca jamás creí que era el momento adecuado para volver a revisarla. Bastante alcohólica al olfato y en sabor, el 9,0% cuesta disimularlo. Bastante hoppy en boca. Conforme se calienta aparece el saborazo de la papaya -que es espectacular- muy nítido y muy sabroso, y mira que la papaya no es una fruta que me resulte especialmente sabrosa. El centeno no supe encontrarlo. Me pareció una cerveza muy rica, pero honestamente no la veo entre las mejores DIPAs del mundo ni de lejos, y mucho menos entre las 100 mejores cervezas del mundo (independientemente del estilo), es mi opinión.

Olofson        Londres 54, Barcelona              www.tribuwoki.com/restaurante/olofson               93   494   35   16



17 de abril de 2021
Este negocio -así como la sucursal del barrio Gòtic que no visité- han dejado de existir.

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