Durante mi última visita a la General de Begudes de Valldoreix pude disfrutar in situ de una de las maravillas que albergaban sus neveras. En este caso de la cervecera estona Sori, que hacía tres años y medio que no pasaba por el blog y que con mucho gusto he rescatado.
Aquella tarde me apetecía un cafetazo, así que me decanté por su Dark Humor Club, que es una serie de Imperial Stouts de los de Tallinn, de la que han elaborado bastantes variedades. La que estaba disponible en el local era la versión ahumada con turba e infusionada con chips de roble de güisqui de Islay.
La sirvo en la copa que me proporcionan en el establecimiento. Presenta un color muy oscuro, prácticamente negro, de caída oleosa. Escancio a tope para producir una bonita cascada invertida, que acaba generando una copiosa corona de espuma de color beis, no especialmente compacta y de persistencia media.
Al acercar la napia se puede disfrutar del aroma a café, malta tostada y un puntito de güisquito. En boca es una cerveza muy sedosa, con cuerpo, pero entra muy bien. El sabor me recuerda al café y al chocolate, que no tarda en venir acompañado de esas notas a humo sutiles, pero claramente perceptibles. El ahumadito es bastante rico, sin pasarse de rosca, con el puntito de la turba que nos recuerda al güisqui, haciendo la experiencia muy grata. Nada cubatazo, pese a sus 10,0%, con el alcohol perfectamente integrado, el sabor del güisqui de Islay aporta complejidad y un puntito extra a una ya de por sí excelente Imperial Stout. Todo muy redondo, todo muy harmonioso. altamente disfrutable. Para todos aquellos que prefieren tomarse estas elaboraciones durante gélidas noches de invierno, les informo que me la tomé un tórrido día de agosto a las cinco de la tarde. Lata de 33cl.
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