Anderson Valley es una de esas cerveceras que mola beber. No solo por la calidad de sus cervezas, que son cojonudas, si no también por su implicación con el medio ambiente.
Los de Boonville (California) tienen especial sensibilidad con el uso sostenible del agua y los materiales que utilizan. El grano que sobra de realizar el mosto lo donan a ganaderos locales como suplemento alimentício, y el lúpulo que sobra de la elaboración de cerveza lo utilizan como fertilizante. Desde el año 2006 cuentan con 768 paneles solares que proporcionan el 40% de la energía eléctrica que consume la brewery.
La satisfacción es plena cuando te estás bebiendo una cerveza de gran calidad, sensibilizada con el entorno y además a un precio bastante asequible para tratarse de una cerveza craf de importación, 2,95€ es lo que me costó en Va de Cervesa de Castelló de la Plana.
Bien, la cerveza de hoy se llama Boont y es la Amber Ale de esta cervecera californiana. Aspecto soberbio. Color ámbar con destellos rojizos y espuma moderada un tanto anaranjada. La cerveza aparentemente está densica. En boca es una cerveza muy rica, donde predominan el perfil maltoso, aparecen matices dulzones de caramelo y un puntito de lúpulo herbáceo y resinoso agradable, perfectamente perceptible pero sin restar protagonismo a las maltas. Final un tanto amarguete. 5,8%.
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