Recuerdo perfectamente el primer día que probé los higos chumbos. Mi tío tiene una pequeña casa en un cerrete donde hay varias chumberas. Recuerdo a mi abuela pelarme con cariño aquellos higos chumbos para que me los comiera sin pincharme. Me gustaron tanto que me comí todo un cubo y mi familia temió porque me fuera de vareta aquella tarde. No llegó la sangre al río.
También recuerdo aquellas noches en aquella casa en mitad de la nada, sin iluminación en toda la "urbanización" (llamémosle así) ni en varios kilómetros a la redonda de aquél desértico paraje murciano. Desde allí arriba he contemplado la Vía Láctea como nunca la he visto en mi vida.
Hoy os traigo a la ya desaparecida cervecera Council, con sede en San Diego. Cerraron sus puertas a finales de 2018 y lo que hay en nuestras tiendas es lo último que queda de la brewery californiana, así que si os pica la curiosidad yo no me lo pensaría mucho. De esta cervecera ya había probado al menos una de sus cervezas, de la serie Béatitude en BierCab, siempre de tirador, así que pensé que valdría la pena conseguir alguna botella para traerla al blog y dejar constancia de su existencia.
La cerveza es una Tart Saison elaborada con higos chumbos, de ahí la parrafada que os he pegado al comienzo de la reseña. Se toma como base una cerveza Saison, se inocula con Brettanomyces y Lactobacillus y posteriormente se madura con la fruta. Ésta en concreto fue embotellada el 26 de agosto de 2016. De la serie Béatitude (qué bonita palabra) existen numerosas variedades, con multitud de frutas diferentes. Yo como mínimo había probado la de mango, y creo que alguna más, pero mi untrapper me dice que con la de mango y ésta de higos chumbos voy que lo flipo.
La sirvo en copa TeKu, presentando un color pajizo, con cierta turbidez y de tímida espuma, burbuja fina y poca retención del carbónico. En nariz nos saludan Mr. Brett y el ácido láctico avisándonos que nos vamos a encontrar una cerveza Sour. También aparecen los higos chumbos en nariz. En boca es una cerveza ácida, equilibrada por el dulzor de la fruta, con notable presencia. El punto láctico es bastante pronunciado sin resultar molesto, también tiene un punto avinagrado muy sutil y agradable. El Brettanomyces va ganando terreno conforme se atempera, y también podemos encontrar notas de limones y limas, además de los higos chumbos, claro está. Muy rica, aunque comprendo que al que no le guste esta fruta no le resulte muy placentera. A mí me ha recordado aquella tarde con mi abuela y creo que con solo eso ya me ha valido la pena. Reconozco que he llorado a moco tendido mientras os escribía estas líneas. Cosas de la edad. 4,5%. Regalo de mi hermano y mi cuñada por mi cumpleaños.
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