No había catado nada del catálogo de Zehendner, así que a la hora de realizar una compra online me decanté por su Mönchsambacher Festbier. Quizás no estemos en el mes de octubre, pero a ver quien es el guapo que le hace ascos a una buena Festbier.
La cervecera de la Alta Franconia lleva desde 1808 repartiendo felicidad por todo Bamberg. En 1938 se convirtió en un negocio familiar. En su catálogo cuentan con varias recetas: Weizen, Weizenbock, Dortmunder Export y Kellerbier entre otras. Todo muy germano y tirando hacia la tradición.
Pues nada, vamos a darle al alpiste que se nos hace tarde. La sirvo en jarra de hoyuelos, presentando un aspecto bastante turbio, similar al de una Kellerbier. Color entre dorado subido y anaranjado. Bien de carbonatación. Puedo generar una moderada corona de espuma cremosa, blanca y de persistencia media.
En nariz desprende un agradable aroma a cebada. En boca el perfil se decanta claramente hacia el lado maltoso, con un sabor muy rico a cereal, un puntito dulce agradable e incluso un toquecito tostado. Se nota también un puntito de lúpulo muy agradable que aporta un sabor floral sutil pero riquísimo. Amargor en su justa medida y una bebestibilidad brutal. 3,18€ muy bien invertidos. Botella de 50cl.
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