Cerveza de Tarragona pero elaborada en las instalaciones de Ca l'Arenys, en Valls de Torroella.
De color oscuro y escasa carbonatación, esta IPA para mi gusto está demasiado tostada para ser una IPA y demasiado lupulizada incluso para ser una IPA.
A mí no me ha gustado, pero es que a mí ya de entrada no me gusta el lúpulo Chinook, me resulta excesivamente cargante, pesado, me satura, me aburre.
Debido al boom de cerveza artesana que estamos teniendo estos últimos años se empiezan a posicionar dos bandos: hooligans a ultranza del lúpulo y moderados -que no detractores- de éste.
¿Y dónde me posiciono yo? pues en el bando del que hace la cerveza que a mí me gusta. Me encantan cervezas muy lupulizadas y me entusiasman también algunas en las que no está apenas presente, es decir, cuando se utiliza el lúpulo con criterio.
El uso indiscriminado y en exceso del lúpulo puede utlizarse de manera deliberada para esconder errores en una mala cerveza. Es decir, yo mismo, que no tengo ni idea de elaborarla, me pongo en mi casa con mi kit birruno, cojo agua del inodoro, hago una truñibirra con ingredientes de lo malo lo peor y la saturo de Chinook hasta la muerte. Me marco el punto de hacer una Imperial IPA y la cobro a 4,50€ porque yo lo valgo. Olé mis huevos.
Hacer una cerveza excelente sin abusar de éste. Eso ya es muchísimo más difícil, y además requiere de centenares de intentos. Hay pocos cerveceros que se atrevan, a la vista está, la mayoría de cervezas que encontramos son APAs. ¡Supera una Pilsner checa!, eeeeeso cuesta más, pero os aseguro que haberlas haylas.
A raíz de esto, se origina una controversia en cuanto al uso del lúpulo. Existen un gran número de cerveceros apasionados de éste, sobre todo aquí en Catalunya, que tenemos los ojos muy puestos en los USA, pero también los hay mucho más moderados en el uso de éste. El debate está servido.
A raíz de esto, se origina una controversia en cuanto al uso del lúpulo. Existen un gran número de cerveceros apasionados de éste, sobre todo aquí en Catalunya, que tenemos los ojos muy puestos en los USA, pero también los hay mucho más moderados en el uso de éste. El debate está servido.
Bien, la Tarraco IPA no sé qué os parecerá a vosotros, no pongo en duda la calidad de sus ingredientes ni la pericia de su brewmaster, que quede claro, pero el caso es que a mí personalmente no me gustó, y el sabor resinoso del Chinook me satura el paladar y no puedo apreciar más matices, salvo que estaba bastante tostadita. 7,9% que pese a su graduación apenas se notan en el sabor. Como punto positivo diré que me dejó un amargor agradable y duradero en el paladar.
Es lo que tiene la birra, que a uno le puede encantar esa cerveza y en cambio a otra persona nada de nada. Esta IPA no la he probado, por lo que no puedo opinar al respecto.
ResponderEliminarSaludos