Tenía que acabar yo, en plena época
de escasez birruna en mi despensilla, como un junkie del lúpulo en el puto apartado cervecero de El Corte Inglés
para descubrir esta soberana mierda que se vino para casa, seducido por la idea
de ver a unos belgas elaborando IPAs, ay Señor, lo que llega uno a beberse en
algunas ocasiones.
Pues sí, por aquel entonces todavía no había descubierto las Belgian IPAs y la cosa me extrañaba bastante. Afortunadamente ahora he probado algunas como para saber que hay Belgian IPAs excelentes, pero que también que existen truñibirras como ésta que se esconden bajo el lema “Belgium’s finest IPA”, os puedo asegurar que cuando acabé de bebérmela lo primero que pensé fue “Joder, si ésta es la finest ¿cómo será la worst?”. Lamenteibol.
Pues sí, por aquel entonces todavía no había descubierto las Belgian IPAs y la cosa me extrañaba bastante. Afortunadamente ahora he probado algunas como para saber que hay Belgian IPAs excelentes, pero que también que existen truñibirras como ésta que se esconden bajo el lema “Belgium’s finest IPA”, os puedo asegurar que cuando acabé de bebérmela lo primero que pensé fue “Joder, si ésta es la finest ¿cómo será la worst?”. Lamenteibol.
Mientras os escribo estas líneas estoy
viendo que en la web de RateBeer han actualizado la foto de la botella ¡hay que
joderse! ¡la han maqueado como si de un puto Moët Chandon se tratase!. Más de un
incauto picará como yo lo hice bajo estas malas artes de poner packaging de
producto gourmet a una auténtica diarrea fermentada.
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