26 de agosto de 2016

Oxit - Brune Châtaigne

Durante este mes de agosto he tenido desplegados por la geografía europea a amigos y familiares que con gran cariño me traen cervezas artesanales de tierras lejanas.

La semana pasada ya empecé a recibir las primeras botellas, en esta ocasión desde Francia, que no han hecho más que confirmar la visión que ya tenía del panorama birruno galo: que es apocalíptico. Seguramente habrán cervezas muy buenas allende los Pirineos, pero yo personalmente no he tenido el placer de catarlas, así que mi visión particular sobre el tema es nefasta, y la Brune Châtaigne de la que nos ocupamos hoy es la prueba fehaciente.

El brebaje  luciferino que nos ha tocado beber hoy ha sido elaborado por la cervecera Oxit, ubicada en Montgaillard, en el sur de Francia. Teóricamente elaborada con castañas, que no han hecho acto de aparición ni invocándolas con la güija. De color castaña, eso sí, y cantidad moderada de espuma, al olfato es un tanto desagradable, huele a cereales chuscos y a algo que no he querido identificar porque el acto reflejo ha sido apartarme eso de la nariz. En boca es horrible. La hemos compartido entre tres y no he tenido cojones de acabármela (¡al loro!, ¡11 cl!). Churrascada a morir, dulzona como para palmarla de un subidón de azúcar y un retrogusto muy pero que muy desagradable. De todas las cervezas malas que he reseñado en este blog, que han sido muchas, ésta se coloca directamente en el número 1. Flípalo Fernán Disco.

Querido Yosemait, te agradezco el regalo pero la verdad es que la cosa era totalmente awful, un horror. No sé qué motivo te ha movido para realizar este ejercicio de crueldad humana. Yo aquí he visto mucho resquemor y ganas de hacer daño. 6,0%. Lo mejor de todo es que mi colega se compró un pack de 4 y se lo va a tener que comer enterito, jur jur jur. A ver qué me cuenta del resto del catálogo. Ardo en ascuas.

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