Poned el O Fortuna que hoy toca birrote. La cerveza que nos atañe hoy es cosa seria, en el Top 10 mundial de Imperial Stout de ratebeer 3 de esas posiciones están ocupadas por esta cerveza más dos modalidades envejecidas en barriles. Una auténtica locura. La botella de 75 cl cuesta la friolera de 100€ como mínimo para las ediciones más jóvenes, y la cosa va aumentando dependiendo de la añada. Es de esas cervezas de mírame y no me toques.
Yo ya sabía que la vendían en Mikkeller Bar de Barcelona y siempre que lo visitaba y veía la botella en la estantería pensaba: "algún día caerá", y bien ese día ha llegado, y no porque me haya tocado la primitiva, sino porque en el Mikkeller Bar tuvieron mucha vista y decidieron compartirlas entre la clientela a 10€ los 10cl (que tampoco está nada mal, pero o eso o paga los 100 pavos, chato). Así que para allá nos fuimos el 66,6% del Beer Squad (el otro 33,3% estaba en Cantillon, en Bruselas).
Para abrir la botella era necesario como mínimo ser 4 personas, pero nada más llegar allí ya había dos chicos esperando, así que la cosa fue rápida. Podíamos elegir entre la edición del 2014 o la del 2015, la decisión fue unánime: la del 2014, parece que a todos nos va el rollo añejo. Nervios, ansiedad, piel de gallina. La Dark Lord de la cervecera estadounidense Three Floyds es totalmente opaca y sin apenas gasificación. Al olfato fruta madura, algo tueste y café. En boca es sumamente deliciosa. Primero te asaltan los sabores dulzones de las frutas maduras: ciruelas pasas, uva pasa e higos secos. Cuando uno se está recuperando del impacto te viene todo el cafetazo sobrenatural. Una cerveza nada estridente, muy bien balanceada y con el alcohol ultra bien integrado (atención, ¡15,0%!), no se nota absolutamente nada. Entra como una golosina. Evidentemente nunca me hubiese tomado una botella entera para mí solo, pero incluso compartiéndola con uno o dos amigos más hubiese tardado lustros en comprármela, así que aplaudo iniciativas como ésta.
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