La segunda birra gala en caer durante nuestra velada birruna del pasado beernes fue la Cerberus, cortesía de la Brasserie de l'Être que han sido tan majos de enviarnos un lotaco de los guapos. Russian River, ¡tomad nota!
Estos brasseurs tan generosos le han echado un par de huevos y se han montado su cervecera en pleno cntro de París, con la inversión económica que ello supone. Desde aquí les mando un abrazo enorme y les volvemos a agradecer el detallazo. ¡Os deseamos muchísima suerte con vuestro proyecto cervecero!
La receta de hoy es una Belgian Tripel. Quizás no una receta demasiado ortodoxa pero sí altamente disfrutable. A destacar la utilización de maltas provenientes de la agricultura ecológica.
En copa presenta un color marrón claro, acaramelado quizás, y el aspecto es claramente turbio. La gasificación es abundante sin irse de madre. El aroma es excepcional: festival de la uva y la ciruela. Muy agradable. En boca es dulzona, con sabor a caramelo y también un tanto afrutada, donde sigue destacando la ciruela. Tiene ese punto licoreta de las cervezas Tripel belgas (7,5%) y el punto de la levadura en este caso a mi parecer me ha parecido demasiado suave. Conforme se va calentando la cerveza gana en compejidad y carácter, de manera que se disfruta más y más. Me ha gustado mucho aunque se sale un poco de mis esquemas de las Belgian Tripels.
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