A estos québécois les tenía ganas. Los suelen tener pinchados en el BierCaB -de hecho realizaron recientemente un tap takeover de diferentes versiones de su Péché Mortel- pero lo cierto es que entre lo poco que salgo y que sus botellas no son precisamente fáciles de encontrar aún no se habían estrenado en el blog.
Finalmente me he tenido que ir a Valencia para encontrármelos en las estanterías de la remodelada Boutique de la Cerveza, en el barrio de Ruzafa. Tenían un surtidito muy guapo de Dieu Du Ciel!, pero finalmente me decanté por ésta -por lo peculiar de su receta- y otra que tengo en la nevera que reseñaré en un futuro cercano.
Dernière Volonté (última voluntad) es una de las joyitas -entre muchísimas otras- del extenso catálogo de los de Saint-Jérôme. De esta cerveza existen tres versiones: la original -que es una Belgian IPA-, la que tratamos hoy -a la que le han añadido brettanomyces- y una tercera envejecida en barrica de Pinot Noir.
La servimos en copa y presenta color pajizo, cierta turbidez y bastante poso pese a haberla tenido en vertical todo el tiempo y haber sido muy cuidadosos al servirla. Carbonatación abundante. Al olfato nuestro amigo brett nos saluda. Nuestro querido hongo no va a dejar indiferente a nadie -o te gusta o no te gusta- a mí personalmente no me disgusta, es más, compré la cerveza a sabiendas de lo que me iba a encontrar, pero lo cierto es que acaba protagonizando él solo la cerveza pegándose un solo a capella. Cerveza muy ácida, con el sabor característico del brettanomyces, el regustillo belga de fondo y un final muy seco. cierto sabor afrutado, a mí personalmente me sugiere el membrillo, pero sin rastro de nuestros amigos los lúpulos. Brett los ha dejado a todos calladitos. Me ha gustado mucho aunque me he quedado sin saborear las cannabáceas. Tengo intriga por descubrir la cerveza original. 7,0%. 4,69€.
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