Tenía una espinita clavada con las cervezas Hopfenweizen, ya que únicamente había probado la de Schneider Weisse, y reconozco que no me gustó nada. En alguna ocasión estuve a punto de volverla a comprar para ver si realmente era así o me tocó un lote mal conservado, pero ese día nunca llegó.
Lo que sí llegó es otro ejemplar de otra cervecera, Weiherer, que aún no había pasado por el blog, aunque sí había podido disfrutar de su Rauchbier de grifo en el Bocamoll de Sant Cugat.
Pues nada, sin más preámbulos procedo a servirla en vaso alto de Weizens, presentando un color pálido, entre lo amarillento y lo anaranjado, y el punto velado característico del estilo. Muy bien carbonatada. He podido sacarle sin esfuerzo una gruesa capa de espuma blanca, compacta y muy persistente de color blanco.
En nariz destaca un potente aroma a clavo, que viene seguido de una buena dosis de trigo y pan. No le he encontrado el punto de banana. En boca predomina claramente el rico sabor del trigo, con un buen punto especiado de clavo. Tiene un puntito afrutado muy sutil, e incluso alguna nota cítrica refrescante. Cuando se calienta aparece un puntito floral muy tenue. Amargor final un pelín más pasado de rosca de lo normal. Me alivia que la experiencia no haya sido igual que con el ejemplar de Schneider, ésta la he disfrutado muchísimo más, ahora bien, salvo la ausencia de banana y el amargor subidito, no he encontrado diferencias con una Weizen al uso. Me costó 3,03€. Botella de 50cl. 5,2%.
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