La segunda cerveza de estilo Grodziskie que me abrí. Fíjate tú. Once años de blog y descubro estilos nuevos a estas alturas de la vida.
En este caso la firma la cervecera polaca Sady -que toma el nombre de la localidad donde tiene la fábrica-de la que desconocía por completo su obra. El ejemplar en cuestión, de nombre Grodzsikie sin más, es fruto de la colaboración con la cervecera Szałpiw, la cervecería Same Krafty de Varsovia y la distribuidora Smaki Piwa.
Ahora sí, la sirvo en vaso alto. Presenta un color raruno. Muy pálido, blanquecino, apagado, un pelín velado. En cierta manera me ha recordado al vinho verde. Carbonatación abundante. Corona de espuma generosa, tupida, cremosa y persistente.
Aroma a trigo, un poquito especiado. En boca es una cerveza muy ligera de trago, muy bebestible. Cuerpo ligero, un tanto aguada, pero el sabor y la carbonatación compensan. Bastante sabrosa, con el predominio del sabor a trigo y la ausencia de la malta de cebada, que me descoloca un poco por la falta de costumbre. Muy crispy, muy refrescante, con el puntito ahumado muy sutil pero presente. Muy rica. 3,2%. Me costó 4,10€ refrigerada. Botella de 50cl.
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