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16 de abril de 2017

Ballut - Zaina

En una de las numerosas incursiones de mi padre en su estimado Alcampo -cita semanal ineludible- se trajo para casa la Zaina de la cervecera extremeña Ballut.

Es la tercera vez que los de Badajoz pasan por el blog, en esta ocasión con una cerveza Porter. Me los he mirado con muchísimo cariño, he intentado sacar lo mejor de sus cervezas pero lo siento mucho, no me ha gustado ninguna de las tres, decir otra cosa sería faltar a la verdad.

Por la presencia en copa la cosa no pinta mal. Es una cerveza oscura con su corona de espuma beis, hasta ahí todo correcto. En boca la cosa se tuerce considerablemete. Resulta una cerveza excesivamente dulzona, empalagosa, cuesta acabársela. Además está pasadísima de torrefacto, excesivo, chamuscada, un trabajo nada fino, nada delicado, una cerveza muy basta. Normalmente las Porter suelen ser cervezas muy finas, con más ligereza que las Stouts, con su cafetito, su cacao... cosa rica. No es el caso. Para acabarlo de rematar te encuentras poso por doquier. Si dicen que la levadura de cerveza es muy saludable con esta nos curamos fijo de varias patologías. Lo siento por la cervecera extremeña pero no he podido acabármela.Es el tipo de cerveza que intento evitar a toda costa. 6,1%.

19 de marzo de 2017

Ballut

El pasado viernes estuve comprando en Alcampo y me topé con algunas cervezas artesanas en su sección birruna. Una de ellas fue esta Golden Ale de la cervecera Ballut, con sede en Badajoz. Como en su día los puse finos por su Jacha Jicho Jiguera -una Brown Ale  que no me gustó nada- decidí darles otra oportunidad comprándoles su Blonde Ale. De todas las que había seleccioné la que tenía el lote más reciente y estaba más al fondo de la estantería.

La receta lleva malta de trigo y miel de Fuenlabrada de los Montes. De aspecto dorado (12 EBC) y bastante turbia, con algunas partículas en suspensión. El aroma es claramente maltoso. Me viene un olor entre cítrico y sidroso que no atisba nada bueno. En boca es una cerveza claramente marcada por el trigo. Muy maltosa y muy dulzona. El dulzor creo que proviene más de las maltas que de la miel. Yo personalmente el sabor a miel no he sabido encontrarlo. El trigo aporta acidez al conjunto. Me ha recordado más a una Weizen que a una Golden Ale al uso. Le he echado de menos algo de presencia lupulil que le de algo de alegría al conjunto, en el aroma, en el sabor y en el amargor, que es prácticamente inexistente (18 IBUs). Me la he mirado con mucho cariño pero honestamente me ha parecido una cerveza muy justita. 5,3%. 1,99€.

4 de septiembre de 2015

Ballut - Jacha Jigo Jiguera

En mi afán por conocer el estado birruno de todos los puntos de España me traje a casa la Jacha Jigo Jiguera, una cerveza extremeña -comunidad de la que hasta la fecha no había probado ninguna cerveza- comprada en una de esas maravillosas ofertazas del Corte Inglés (el precio muy bien, 1,50€, otra cosa es la calidad y cómo almacenan sus productos), que de haberlo sabido se hubiese quedado allí en la estantería donde estaba criando polvo.

Jacha Jigo Jiguera no sé exactamente lo que es, en su página web venden cualquier artefacto digno de Teletienda Entertainment excepto cerveza, factor que ya nos indica cierto olorcillo a azufre. En dicha web venden artilugios como jamoneros, camisetas, bandoleras, pegatinas y miles de cosas inútiles. No he querido indagar más ni quienes son ni a qué se dedican. Para qué.

Después de visitar Ratebeer la cosa arroja un poco más de información, por lo visto Jacha Jigo Jiguera está elaborada por la cervecera extremeña Ballut, se trata de una Brown Ale de 33 EBC, 25 IBUs y 5,3% de graduación. Bueeeeno, ya vamos aclarando un poco tanto misterio. En la etiqueta de la cerveza nos informa de que lleva "jigos" (intuyo que quiere decir higos) y malta de trigo, el resto son solo chorradas y juegos de palabras en jerga extremeña. Miedito. La verdad es que con los años que llevo metido en esto y de vez en cuando termino gastándome la pasta en cosas como ésta. Cosas que pasan.

En fin, a lo que vamos, la cerveza en sí. De color pardo y gasificación media con espuma de color beis. Al olfato la cosa no esta mal y nos dedica un olor agradable a cereal. En boca ya la cosa cambia desafortunadamente a peor. Sabor a malta más pasada de tueste que Gunilla Von Bismarck, el primer trago desagradable, después de un rato, cuando el paladar se acostumbra la cosa parece que va mejorando. En la etiqueta indica que lleva malta de trigo -ni rastro- al igual que los "jigos" que no aparecen ni con conjuros invocadores de Harry Potter. Final con un regustillo amargo rollo Voll-Damm un tanto regulero. En fin, una cerveza para el olvido.