Elaborada en el barrio de Nørrebro en Copenhague, Dinamarca.
Esta pequeña maravilla elaborada en la microcervecería ecológica de la calle Ryesgade emula el estilo de cerveza artesanal neoyorquino de antes de la ley seca.
De color bronce, cremosa espuma y agradable aroma, en boca es de entrada dulce y afrutada, de un sabor sensacional. Luego se va volviendo amarga, con una lupulización perfecta, lo suficiente para notarla pero sin pasarse, permitiendo que se pueda saborear la deliciosa malta con un puntito tostado.
Finalmente, deja en el paladar de manera pesistente el delicioso sabor dulce y afrutado del inicio. Una lager colosal de estilo Pilsner de solo 5,2%.
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