14 de abril de 2014

Barcelona Beer Festival 2014 - Barcelona

El Barcelona Beer Festival vuelve a afianzarse como el evento birruno del año a nivel internacional, yo creo que incluso por delante del Copenhagen Beer Celebration, que pese a no haber asistido nunca, por lo que he visto y leído no tiene la misma magnitud que el de Barcelona. Empezando por las birras, 318 cervezas a las que hay que añadir como mínimo 15 que llegaron desde los Estados Unidos a última hora y que fueron la sorpresa del festival, por el halo de misterio que las rodeaba, ya que las enviaron fresquísimas vía avión y no se supo qué cervezas eran hasta el mismo momento en que las pincharon en el BBF2014.

Y yo me pregunto, ¿alguien echó de menos a alguna cervecera? porque estaban todas, hasta la Hitachino Nest japonesa. Quizás hubiese sido muy interesante contar con alguna neozelandesa, pero seguro que la organización ya está trabajando en ello para futuras ediciones del fest.

En esta tercera edición, esta vez en el Museu Marítim de Drassanes, ha habido muchísima gente, un gran ambientazo, muchos brewers y gente del mundillo de mucho prestigio. Por lo que he ido observando, había mucho extranjero, a parte de los guiris que se meten a curiosear, muchos brewers de muchísimos países que tienen ya como referente el BBF, cosa a tener en cuenta. Que Barcelona sea un referente a nivel internacional en cuanto a eventos birrunos se refiere es un prestigio y hace una gran labor para dar a conocer nuestro producto nacional a todo el mundo. Por ese lado chapeau a la organización y los animo a continuar con su labor, importantísima para dar a conocer la cerveza artesana DE CALIDAD y situarla como un producto gastronómico gourmet, y no como un mero refresco. Más adelante también comentaré cosas que no me gustaron e incluso que me molestaron, porque prefiero ser lo más honesto posible, con la intención de que las cosas mejoren, porque creo que el decir a todo que sí y que qué guay no beneficia a nadie. Las cosas hay que llamarlas por su nombre.

Empezaré explicando mi experiencia personal en el festival y mis impresiones.


Viernes 11 - Teo Musso y Birra Baladin
Hace dos años tuvimos la suerte mi familia y yo, de visitar la Casa y el Birrificio Baladin, en Piozzo, Italia, y la gran fortuna de conocer en persona a Teo Musso, que además de un gran maestro cervecero es una bellísima persona. Así que cuando vimos entre las actividades una charla de Teo en el Beer Festival, mi mujer y yo inmediatamente nos sacamos las entradas para asistir.

Cuando uno trabaja fuera de Barcelona un viernes, que además es operación salida, como comprenderéis no le resulta nada fácil llegar al BBF a las 18:00 de la tarde. Aún así lo conseguimos. Previamente, para evitar el desastre, escribí 3 e-mails a la organización preguntando por dónde se entraba a la charla, muy amablemente me contestaron a los 3, pero en ninguno de ellos me indicaban por dónde se entraba a la sala auditorio del Museo Marítimo, salvo en uno que ponía que era por la entrada normal del museo, que tampoco sé dónde está, ni si para acceder a ella es a través del BBF o de dónde, por lo que escribí un cuarto diciendo: "gracias por la información, pero no me estáis respondiendo a la pregunta de por dónde se entra al auditori", y su respuesta se tradujo en "tranquilo Javier, está todo muy bien indicado y seguro que lo encontrarás". OK.

Sal de currar cagando virutas, deja a los niños con los suegros y coge el tren y el metro hasta el BBF en tiempo récord. Al final llegamos puntuales. Obviamente no teníamos ni puta idea de por dónde se entraba al auditori. El "tranquilo Javier" se tradujo en: nadie tenía ni puta idea de por dónde se entraba al auditori, desde la calle no había ningún cartel que lo indicase, preguntamos a 3 personas de la organización y los 3 nos dijeron 3 cosas diferentes. -Poneros a la cola. -Nos ponemos en la cola, el tiempo más que justo. -No, pasad por aquí y no hagáis la cola pero ir a comprar la entrada. -Nos salimos de la cola y vamos a pasar a comprar la entrada. -No, por aquí no podéis pasar, poneros a la cola -¡pero si acabamos de salirnos! ¡nos han dicho que pasemos por aquí! -Aquí en este punto ya tenía una irritación escrotal bastante considerable. Al final, un guardia jurado que nos oyó, muy amablemente nos indicó que al auditori se accedía por la puerta principal del museo y nos explicó dónde estaba ¡JODER! ¿no me podían haber dicho eso desde el principio? habíamos llegado bien de tiempo y gracias a la organización ya llegábamos tarde y sin las entradas ni los vasos comprados.

Por fin pudimos entrar al auditori y disfrutar de la charla de Teo Musso. Llegó un punto en el que Teo nos invitó a probar a todos los asistentes la nueva versión de la Baladin - Wayan. Evidentemente todos con el vaso excepto nosotros dos. En uno de los mails que nos mandó la organización advertían "La mayoría de actividades tienen alguna cata de cerveza. Es importante que tengáis vuestro vaso a punto, porque no os vamos a poder prestar ninguno". Y sí, lo confirmamos, nos quedamos sin cerveza. Teo Musso, que se dio cuenta, puso una cara de incredulidad entre atónito e indignado y gesticulaba con mi mujer preguntándole que qué coño pasaba. Al final el hombre puso la cordura y tuvo que bajarse del escenario y darle su copa a mi mujer para que probáramos su cerveza. De vergüenza ajena. Sí muy bien, ya nos habíais advertido de que sin vaso no había cerveza ¿pero no nos podíais haber prestado un par? ¡venga hombre, por el amor de Dios! ¡un poco más de fibra en la dieta!.

Afortunadamente la charla estuvo muy bien, en un ambiente muy distendido y agradable, tanto Teo como su traductor se ocuparon de ello. Teo Musso nos explicó su trayectoria, de cómo se inició en el tema y cómo fue creciendo el Birrificio Baladin, de cómo nacieron sus cervezas y lo más interesante, el futuro de Baladin. Actualmente cuentan con más de 30 cervezas diferentes, y acaban de comprar una masía en Piozzo de 80.000 hectáreas, con el objetivo de ser el primer birrificio independiente que cultiva el 100% de todas sus maltas, cebada, trigo, avena, centeno, etc... su propio lúpulo, el agua de su propio río y su propia levadura. Birra Baladin ha sido la primera cervecera italiana en elaborar una cerveza 100% con ingredientes italianos, la Birra Nazionale, con lúpulo y agua de Piozzo y el cereal del sur de Italia, pero de una finca propiedad de Baladin. El cultivo de cereales y lúpulo Baladin es completamente orgánico.

Otro objetivo de Teo es que el mismo birrificio produzca toda la energía eléctrica que consume, actualmente creo que producen el 80 u 85%, pero se han marcado un reto aún más ambicioso y quieren generar el 100% a través de energías renovables y ecológicas.

En el nuevo centro de operaciones Baladin también se instalará la Universidad de Italia para el estudio de la elaboración de la cerveza, así que la cosa va tomando envergadura. Recientemente Baladin también ha abierto dos nuevos locales en Turín y en Bolonia.

Para finalizar, Teo consoló a los brewers asistentes explicando las muchas veces que la cagó en sus inicios y que es completamente normal, hay que ser perseverante. Los animó a todos para que siguieran adelante con pasión y entusiasmo.

Agradezco a la organización que trajeran a Teo este año, mi mujer y yo le tenemos mucho aprecio y nos encanta su cerveza. Además, que la actividad fuera gratuita también es de agradecer. El gesto de los vasos me pareció feo. Total, al final nos los acabamos comprando igual, si era por eso no sufráis.


Meet the brewer
Una de las novedades y gran acierto de este año ha sido el Meet the brewer, que ofrece la posibilidad a los asistentes de poder conocer en persona al maestro cervecero de sus birras favoritas, saludarlo y poder charlar con él. Este año el puntazo ha sido traer a Marky Ramone, uno de los ex-bateristas de la mítica banda, y ponerlo a tirar cañas de la cerveza que ha elaborado con la gente de Guineu, en Valls de Torroella. En total unos 18 brewers pasaron por allí, del calibre de De Molen, Victory, Bad Attitude o Baladin entre muchos otros.

Ha sido grandiosísimo poder saludar a Marky Ramone y felicito a la organización por esta iniciativa. a muchos fans nos han dado una inmensa alegría. No solo por Marky, sino también por el resto de Brewers de qualité que por allí pasaron. Todo un gustazo.

Realmente ha sido un gran acierto, es un valor añadido si además de disfrutar de una buena cerveza, puedes conocer a la persona que la ha hecho, preguntarle cosas, agradecerle su trabajo, etc... A repetir en futuras ediciones.


El festival
Cuando salimos de la conferencia de Baladin como no nos había dado tiempo de comprar los vasos y las entradas, la chica de la puerta muy amablemente nos indicó donde estaba la cola -"Ahora mismo hay más de una hora de cola" a lo que muy amablemente le respondimos -"Nos volvemos a casita". Providencialmente el guarda jurado que nos atendió al principio volvió a hacer otra aparición estelar, puso otra vez el sentido común y nos acompañó por dentro del festival hasta la entrada para que pudiéramos comprar el vaso, cosa que le agradecemos muchísimo, porque os aseguro de que había muchísima peña.

Al lío. 53 tiradores, muchísima gente y muchísimo calor. Olor a chotuno, ambiente cargado y poca ventilación. Miramos la pizarra y de los 53 tiradores poca cosa que me interesase, quería probar la Art A-Lumen, que valía 3 fichas, pero como solo tenía las 2 que vienen con el vaso y la entrada me voy a comprar la ficha que me falta. Cuando veo la cola que hay cambio de parecer y acabo pidiéndome, aprovechando la ocasión, la cerveza de Marky Ramone. Mi mujer se pide la Birra Collessi - Rossa. Con el calorazo que hace y el olorcillo a humanidad no distingo la una de la otra.

Como tenemos prisa por volver a casa por los churumbeles salimos fuera ¡gracias a Dios! ¡oxígeno! muchísima gente estaba fuera, a parte de los fumadores, para tomar el aire, y la verdad es que se estaba muchísimo mejor.


Sábado 12 - Continúa el festival
Volvemos el sábado a las 17:00, esta vez con el Beer Squad al completo, media horita de cola y padentro. Esta vez no me agobié tanto aunque el llenazo fue total. Daba también la impresión de que había más cervezas para elegir, aunque la verdad, llego a la siguiente reflexión ¿de qué sirve que haya 318 cervezas o 10.456? los tiradores son los que hay, que no son pocos, eso significa que te vas a quedar sin probar muchísimas de las cervezas que hay previstas. Si de los 53 tiradores restas 1) las que no te interesan 2) las que ya has probado y 3) las que se pueden encontrar fácilmente en botella o tirador en las tiendas o cervecerías de por aquí, la verdad es que finalmente no queda mucho donde elegir.

Otro factor a tener en cuenta es la rotación de los tiradores, hubo algunos como por ejemplo, el 33 de Birra Collesi - Rossa que estuvo desde el viernes hasta el domingo, y como este algunos más. Yo no estuve el domingo pero he visto vía facebook las fotos de la pizarra y algunas seguían allí. Esto desespera a los que queremos variedad para elegir. Aún así tuvimos suerte y pudimos encontrar cosas interesantes.

Para más INRI la pizarra en ocasiones no se leía bien. Entre la barandilla, los reflejos de las luces, y que a veces las birras están escritas un poco más flojas, costaba seguir con claridad lo que se iba pinchando. A las pobres chicas que se han pasado todo el fin de semana allí subidas pasando calor les iría bien un teclado y una pantalla gigante. A ver, la pizarra tiene su rollo, sí, pero en cuanto a tema efectividad, habría que plantearse otros mecanismos.

También añado, que debido a las circunstancias, el estar de pie, el calor, el olor y las cervezas que lleva ya uno en el cuerpo, pues uno descarta ya meterse un Barley Wine o una Imperial Stout, no ya solo por la embolia que puedas pillar, sino porque no lo vas a poder disfrutar en condiciones.

Entonces es cuando ya me planteo el seguir asistiendo al festival en futuras ocasiones. Teniendo en cuenta de que por ejemplo uno puede ir al Biercab durante todo el año, sentadito, con 30 tiradores para elegir de la mejor cerveza, con unas hamburguesas de wagyu japonés que se te saltan los lagrimones y una carta impresionante, pues que queréis que os diga, es para pensarse si vale la pena chuparse la cola, pasarse 2 o 3 horas de pie pasando calor y en un clima que poco favorece el disfrute de los productos que se sirven.

Y quien dice el BierCab dice el Drunk Monk, que aunque no tiene tantos tiradores tiene una carta de botellas absolutamente increíble. Y que conste que no voy a comisión ni con Sven ni con Manolo (que por cierto, también asistieron al BBF). Uno a cierta edad lo que quiere es comodidad y poder disfrutar de las cosas en condiciones. ¿Os imagináis un Barcelona Wine Festival con los asistentes bebiendo Vega Sicilia y Pingus en las mismas condiciones que en el BBF?. Yo tampoco.

Este año como punto a favor ha sido la incorporación de mesas y bancos para poder sentarse, comer y beber tranquilamente. Ha sido un gran acierto, pero eran muy pocos y obviamente estaban siempre llenos, por lo que nos ha tocado quedarnos de pie igualmente.

Otra cosa muy positiva de la tarde del sábado fueron las conferencias de Brewdog y Mikkeller, que aunque no asistí, supongo que fueron un éxito total por la cantidad de gente que salía hacia el auditorio cada vez que empezaba alguna.

A medida que íbamos acabando las cervezas interesaba ir comiendo algo para acabar el festival lo más dignamente posible. Solo había 3 opciones (ahí hemos perdido respecto a la edición anterior) quesos, sushi o comida preparada. Con el calor que hace como que no son ni las condiciones ni apetece meterse el sushi pal cuerpo, así que descartado. Las otras dos, 4€ por un platito de plástico con unos escasos trocitos de queso o 4€ por unos platitos de plástico con unas cuantas croquetas o unos choricillos. Viendo el panorama gastronómico y los precios nos acabamos largando a cenar a la cervecería Jazz, que estaba relativamente cerca y pinchan unas cervezas artesanas cojonudas.



Reflexiones
El Barcelona Beer Festival es necesario. Aunque personalmente me plantee asistir en futuras ediciones. Es un gran exponente del producto gastronómico cerveza artesana de calidad, que cada vez llega a más gente. Es una gran pasarela para todos los cerveceros nacionales para poder darse a conocer. Es un referente a nivel internacional. Es un punto de encuentro para todos los aficionados de este mundillo. Por ello animo y felicito a sus organizadores a que continúen celebrándolo. Soy consciente de que han invertido muchísimo tiempo y energías, y les deseo cada vez más éxito en sus futuras ediciones. Entiendo que organizar un evento de estas dimensiones no es nada fácil.

Puedo parecer un quejica y que no he disfrutado del evento, en absoluto. Os vuelvo a agradecer el que haya podido saludar a Marky Ramone y reencontrarme con Teo Musso, y las cervezas de este año han superado en cuanto a número y calidad a las de ediciones anteriores. Pero por contra han habido cosas que he considerado mejorables y os las quiero hacer saber con el único objetivo de que mejoren las próximas ediciones. Creo que en los futuras festivales hay que ir por al camino de ampliar las actividades siguiendo con las conferencias, el meet the brewer, realizar cursos de maridajes, catas comentadas por algún experto para grupos cerrados, aunque haya que pagar otra entrada aparte. En ese sentido sí repetiría las veces que haga falta mis visitas al festival y creo que por ahí es donde pueden resultar cada vez más interesantes las futuras ediciones. El mero hecho de tomarse unas cervecitas de pie pasando calor no me motiva absolutamente nada para años venideros.

El recinto, ha sido más grande que el año pasado, muy bien comunicado, al lado del metro y cerca de la salida de Ronda Litoral para los que asistieran en coche. Las fechas también acertadas, ya que las ediciones anteriores en el mes de marzo hacía frío, mejor de cara a la primavera o el otoño. Según mi opinión, debido a la magnitud que va tomando el evento se necesita un lugar con más espacios exteriores, no ya solo para los fumadores, sino también para los que necesitamos tomar de vez en cuando aire fresco y disfrutar de la cerveza sin oler a chotuno. Y sobre todo también muchas más mesas y bancos para poder sentarse. Tanto rato de pie, tanto en la cola como dentro, se hace agotador. También hay que considerar que había familias con bebés y niños pequeños, el espacio cerrado y los pocos sitios donde sentarse hacen del recinto un lugar incómodo.

La carta de cervezas inmejorable, en ese sentido no se puede discutir nada, aunque ya os he explicado mi opinión sobre el sistema de tiradores y las rotaciones. También considero necesaria más cantidad de oferta gastronómica y a la vez platos más contundentes, aunque sean bocatas. El precio también hay que tenerlo en cuenta, entiendo que los señores que hayan puesto sus stands de comida aprovechen para obtener beneficios, pero otra cosa ya es sajar al personal. Nosotros personalmente, viendo el panorama, acabamos cenando fuera. No sé lo que haría el resto. Es para hacer un planteamiento.


Balance de daños

-Guineu - Marky Ramone's Brown Ale. 6,5%.
-Lervig - Brewer's Reserve Galaxy IPA. Muy tropical, con aromas a mango, maracuyá y frutas tropicales. De aspecto dorado, un punto amargo. Muy buena birra noruega.
-Saugatuck - Singapore IPA. Desde Douglas, Minesota. Una de las cervezas especiales del festival. Fresca fresca. De entrada aroma a cereal, suave en el trago. 65 IBUs de amargor final. 6,7%.
-Rogue. 19 Original Colonies Mead. Aguamiel elaborado con mieles de las Rogue Farms en Newport, Oregon, hojas de té verde Jasmin Silver Tip y levadura de champán. Burbuja finísima y efímera espuma como la del cava. Muy cristalina, dulzona y ligera. 5,2%. Entra como el agua. Cayó a cascoporro.

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