Si todo el repertorio de Ales de la Rogue es canelita en rama -o mel de romel como dirían en el País Valencià- sus Lagers no se quedan atrás. Hoy estamos ante la Morimoto Imperial Pilsner. Esta gama de cervezas de la brewery de Newport fue ideada en 2003 en colaboración con el aclamado chef Masaharu Morimoto especialmente para el maridaje gastronómico. El chef Morimoto es una celebridad en Estados Unidos y es reconocido por fusionar la cocina oriental con la occidental. Cuenta con diversos restaurantes por todo el país. De momento hay 4 cervezas fruto de su colaboración con Rogue: la Imperial Pilsner, la Soba Ale, la Black Obi Soba Ale y la Hazelnut Signature Ale.
La Imperial Pilsner tiene la propiedad de teletransportarnos a la República Checa, es como la cerveza checa auténtica, sin filtrar ni pasteurizar. Si habéis probado la Pilsner Urquell o la Krusovice de tirador sin filtrar ni pasteurizar sabéis de lo que estoy hablando.
Es una cerveza de no demasiada espuma pero densa, masticable, nutritiva. Así de entrada te entra todo el sabor a cereal en tromba, intensísimo y delicioso, y a medida que la vamos bebiendo cada vez se va volviendo más amarga (74 IBUs). 8,8%, un cervezón. La botella de cerámica es una auténtica maravilla.
Es una cerveza de no demasiada espuma pero densa, masticable, nutritiva. Así de entrada te entra todo el sabor a cereal en tromba, intensísimo y delicioso, y a medida que la vamos bebiendo cada vez se va volviendo más amarga (74 IBUs). 8,8%, un cervezón. La botella de cerámica es una auténtica maravilla.
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