Yesss, ¡sí!, lo conseguí, fuck yeah!. Soy un hombre de palabra, y prometí volver al OMA Bistró a por la Sweet Dreams y la North Coast - Old Rasputin, y así lo hice, una vez más, acompañado por toda la family.
La Sweet Dreams que hoy nos ocupa es una colaboración entre la cervecera madrileña La Quince y Gonzalo del blog Humulus Lupulus, y ha sido elaborada en las instalaciones de la Bidassoa Basque Brewery (Euskadi), con 8 tipos de malta diferentes y lúpulo Summit.
Una sabrosísima cerveza American Barley Wine, que me ha sorprendido por su alta carbonatación. Yo hasta la fecha solo había tomado Barley Wines de gasificación nula, y ésta me ha sorprendido totalmente con una tupida, densa y cremosa capa de espuma de color beis.
De color caoba, la Sweet Dreams en boca me ha parecido una mezcla entre una Belgian Strong Ale, una Imperial IPA y un Barley Wine. Potente, de 10,5%, pero en cambio me ha parecido ligera de trago -entra pasmosamente bien, factor que la convierte en una cerveza muy peligrosa- con un toque de lúpulo bastante pronunciado. A mí personalmente ha parecido demasiado cargada de lúpulo incluso para el estilo que nos atañe, pero también es cierto que éste le aporta un frescor (de ese tipo que te dejan los caramelos de menta) espectacular, y hace que la cerveza entre aún mejor, por contra esto le resta sabor y protagonismo a las 8 maltas, que aunque están presentes -con notas tostadas y de café, quedan en un segundo plano. Los 10 gradacos le dan un toque licoreta al asunto bastante potente, se notan. También tiene un final amarguete bastante notable (80 IBUs) que no me ha parecido para nada estridente, ni mucho menos.
En general me ha parecido una cerveza muy rica y con un frescor brutal, pero personalmente me esperaba algo más untuoso, con menos espuma y menos lúpulo, aunque tratándose de un American Barley Wine es normal que esté bastante presente. No os la toméis a palo seco que podéis coger la turca de vuestra vida, mejor poquito a poquito y una vez comidos.
En general me ha parecido una cerveza muy rica y con un frescor brutal, pero personalmente me esperaba algo más untuoso, con menos espuma y menos lúpulo, aunque tratándose de un American Barley Wine es normal que esté bastante presente. No os la toméis a palo seco que podéis coger la turca de vuestra vida, mejor poquito a poquito y una vez comidos.
CIERTO QUE TIENE UN TOQUE LUPULADO NO HABITUAL EN LAS BARLEY WINES. NO SE SI SERÁ UN RASGO CARACTERÍSTICO DE LAS BARLEY WINES YANQUIS, PERO SI DE GONZALO Y LOS LLISO COUSINS JEJEJEJE.
ResponderEliminarUNA REFERENCIA MUY INTERESANTE Y RECOMENDABLE.
SALUDOS Y ENHORABUENA POR CONSEGUIRLA AL FIN JUNTO A LA RASPUTÍN JEJEJE.
La verdad es que la disfruté muchísimo, pero la verdad es que por el estilo me esperaba una cosa diferente. Mis felicitaciones a Gonzalo y La Quince por la criaturilla. Saludos.
ResponderEliminar