23 de abril de 2016

Heller - Aecht Schlenkerla Rauchbier Weizen

Hoy se cumplen exactamente 500 años de la implantación de la Reinheitsgebot, más conocida como la ley de la pureza alemana, decretada por Guillermo IV de Baviera tal día como hoy de 1516. Dicha ley establecía que la elaboración de cerveza únicamente podía realizarse con agua, cebada malteada y lúpulo (la ley no menciona la levadura, que sería descubierta por Pasteur como parte del proceso 364 años más tarde).

No viniese otro Guillermo IV para enchironar a todos los que utilizan malta de arroz y de maíz o extracto de lúpulo a grito de: "Sus voy a crujir a tooooooooos".

Para celebrarlo nos vamos a meter entre pecho y espalda esta fantástica cerveza ahumada de los bávaros de Bamberg, de la mítica cervecería Schlenkerla que da nombre a la cerveza.

Esta cervecera es famosa mundialmente por sus cervezas Rauchbier, que hacen las delicias de todos los fans de Francis Bacon. En esta ocasión han tomado como base una cerveza Weizen. Como podemos apreciar en la imagen generosa corona de espuma, muy tupida y persistente de color beis. La cerveza es de color tostado y de fuerte aroma a malta ahumada, y por supuesto de panceta ahumada, jojojo. En boca es una cerveza muy sabrosa, con todo el sabor del beicon. Mucha panceta y mucho humo inundan el paladar. Es una cerveza a la vez muy dulzona, donde el trigo aporta cierta sedosidad en el paladar, aunque en el sabor se distingue mínimamente. Entre ésta y la Märzen las diferencias gustativas (al menos para mí, que no tengo el paladar precisamente privilegiado) no son excesivamente evidentes, más bien sutiles, debido al sabor de y olor de la malta ahumada que es la que marca el sabor de estas cervezas con muchísima intensidad. Son cervezas muy características, quizás para mi gusto no son cervezas que me tomaría cada día, pero sí me gusta disfrutarlas de vez en cuando por su peculiaridad. Por lo menos merece la pena probarlas una vez en la vida. 5,2%. 2,90€ el medio litraco en la General de Begudes de Valldoreix.

2 comentarios:

  1. Tuve el privilegio de visitar el magnífico local en Bamberg donde la sirven y fue una experiencia única. Doy fe de que sabe mucho mejor allí que embotellada, aunque no deja de ser una cerveza difícil. Aunque te guste el ahumado...cuesta. Yo me pedí medio litro, medida estándar en Alemania por suerte y al principio pensé que no me la iba a acabar. El bacon venía y venía y venía..pero a la que vas un poco toñao y te animas, dices...venga otra y al final te acabas tomando 2 Litrakos de humo líquido que saben a gloria.
    Eso sí, ardores toda la noche y resaca todo el día siguiente. De vez en cuando me gusta tomarme una de estas, baratita y buena.
    Saludos!

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    1. Jajajajajaja habrá que hacer una visitilla a Bamberg y dejar que conduzca mi mujer a la vuelta XDXDXD Saludos!

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