17 de junio de 2016

XI Mostra de Cervesa Artesana - Sant Joan de Mediona


Este año Sant Joan de Mediona ha celebrado la undécima a lo grande. Me refiero a la undécima Mostra de Cervesa Artesana a Mediona, la madre de toda las ferias, el acontecimiento birruno del año a nivel estatal se mire por donde se mire. Cita ineludible para todos los freaks de la birra y beergeeks del país. Y allí estuve yo, no para hacer una crónica del evento, ya que solo estuve durante el mediodía y primera hora de la tarde, pero sí al menos para explicar mis impresiones y dar mi opinión personal de la feria en cuestión. Tengo que reconocer que es la primera vez que asisto a este evento, gafadísimo para mí, y que hasta la fecha por unas razones o por otras, siempre me había resultado imposible venir a Mediona. Bueno, hemos roto el maleficio y bien que nos lo hemos gozao a birraza va birraza viene. Más vale tarde que nunca. A partir de ahora espero no faltar a ninguna de sus futuras ediciones.

Seguramente me perdí muchísimas cosas y el ambientazo de la noche, pero preferí volverme a casa tranquilo y sereno a primera hora de la tarde que tener que volver a según qué horas, tener que quedarme a dormir allí o tener que coger alguno de los autobuses que te dejan en Barcelona. Cada opción tiene sus pros y sus contras, pero yo la verdad es que lo pasé muy bien con la opción que escogimos, tranquilitos y sin abusar mucho, que luego ya se sabe, uno puede acabar más pasao que Neymar en su cumpleaños. Pudimos echarnos unas risas, disfrutar del ambiente, de la bebida y la comida y conocer en persona a algunos cerveceros y a algunos compañeros blogueros e instagramers.

60 pedazo de stands, ponle a una media de 3-4 birras cada uno, te da la suficiente cantidad de cervezas como para que te cueste decidirte. Yo pude disfrutar de 7 birrazas de diferentes cerveceras -todas nacionales- bastante buenas, pero la verdad es que me hubiese gustado degustar muchííííííímas más, pero en fin, siempre habrán más ferias o nos quedará el consuelo de poder encontrarlas en botella. La mayoría de los stands eran de cerveceras catalanas -obviously- bastantes del resto de España (Dougall's, Domus, Laugar, Falken, Arriaca, Mad Brewing y bastantes más) y una pequeña representación internacional, este año por parte de Free Lions (Viterbo, Italia) y Brekeriet (Suecia). Naturalmente todo presidido por la cervecera local Ales Agullons, organizadora de la Mostra. No os voy a poner el listado completo de cerveceras participantes porque tener que escribirlo ahora mismo me supondría un martirio equiparable a tener que hacer un viaje a Tudela con La Salchipapa de hilo musical en modo repeat, así que os lo podéis mirar en la página web de Ales Agullons.

Llegamos allí sobre la una del mediodía y ya desde la entrada al pueblo se palpaba el ambientillo ferial. Puestecicos cumbas de pulsericas, camisetas y otros artilugios para transformaros en el primo de Melendi versión birruna. Más adelante damos paso a los puestos de embutidos y quesos y ya la cosa se pone más interesante con las food trucks y algunos puestos potentes de comida que prometen para más tarde tener algo de cojín en el estómago para todo lo que va a caer en la jovial jornada de hoy. Atravesamos toda la hilera de caravanas y puestecillos y nos vamos directly al maincore: adquirir nuestro vaso, que va a ser la herramienta más útil e interesante del día. Tras una breve cola lo conseguimos después de apokinar los 1,5€ que costaba. Me parece un precio bastante razonable y no tienes que ir cargando con panfletos, revistas, pegatinas, calcomanías, fichas, gafas de sol con forma de conos de lúpulo ni otras numerosas mierdas con las que los birreros de a pie tenemos que cargar en numerosos eventos para luego acabar en casa muertas del asco criando polvo. Vamos a lo útil, el vaso y punto (y a precio asequible). Hay que añadir que también daban la opción -para el que quisiera- de comprar camisetas de La Mostra y demás merchandising del evento. También me parece positivo que la entrada sea libre, para todos aquellos que quieran curiosear o darse una vuelta y disfrutar del ambiente. El vaso es el típico Nonik de media pinta, en mi caso, el primero que adquiero de este estilo, y pese a tener la vitrina llena de estos vasitos de todos los eventos a los que he asistido, pues mira, éste en particular me ha hecho gracia.

Como era la una del mediodía y apretaba el calor, decidimos hacer una rápida ronda para otear lo que había a nuestro alcance, pero no llegamos ni a la mitad del recorrido y ya nos paramos para saciar nuestra sed (¿he dicho que hacía calor?), así que nos fuimos derechitos al stand de Hazte1Litro (Barcelona) y pudimos probar su fantástica APA (Rubia the Bottle) y su colaboración con Cornèlia (Cornellà de Llobregat), la Black IPA a la que han bautizado como Ghetto Blackster. Ambas muy ricas. Continuamos con el tour hasta llegar al campo de deportes municipal, donde están ubicados los bancos rollo biergarten, con su buena sombrica, el escenario y numerosos puestos de comida, así que decidimos quedarnos por la zona. Allí nos encontramos a los instagramers Beer Xposer y Beerloverexperience -muy majos ellos- con los que pudimos compartir nuestras experiencias, inquietudes y pareceres sobre el apasionante mundo cervecil.

Luego fuimos a hacer una visita al stand de Garage Beer, ya que no quería perderme su colaboración con La Quince (Madrid), la segunda versión de la No/Use, y doy fe de que valió la pena. Como el que no quiere la cosa fue pasando el tiempo y nos dimos cuenta de que aún no habíamos comido, y aunque las caravanas que había a la entrada del pueblo tenían una pinta cojonuda (incluso había una de unos concursantes del programa de TVE Cocineros al Volante) por comodidad nos quedamos en la misma plaza y nos fuimos a comer algo del Mosquito. ¡Cabrones!, la noche antes me chutasteis miserablemente de vuestro local del Born y me dejasteis sin cenar, más tirao que la discográfica de Jesús Vázquez tras su primer álbum. Sin embargo, para que veáis que no os guardo rencor os fui a visitar para probar vuestras tapas de pulpo. Justo en la parada de al lado nos pudimos meter entre pecho y espalda un par de pitas de costilla de cerdo marinadas en la Black IPA de la cervecera Espiga, una brocheta de verduras y una hamburguesa veggie que estaba muy rica. Detrás nuestro también había un puesto de pizzas que se había traído hasta el remolque con el horno de leña inside, que tenía una pintaza brutal. Había mucha cola, así que con mis ganas me quedé. Nos lo tuvimos que comer todo en un banco del parque infantil como en mi época botellonera -qué grato revivir esos adorables recuerdos de mi tierna adolescencia- ya que los bancos y las mesas estilo biergarten estaban a reventar de peña.

Después de la pitanza nos fuimos al stand de Santo Cristo (Ourense) para probar su Double IPA y su Session Oatmeal IPA. Pero el pelotazo estaba a punto de llegar. Fuimos a visitar a Matt y a la gente del BlackLab (Barcelona), y flipamos con la Gose que han preparado junto con Naparbier (Noáin) -los grandes ausentes del acontecimiento- una cerveza colosal que nos dejó, muy pero que muy flipados. Luego nos fuimos a dar una vueltecica por el pueblo y meternos un cafetazo para el cuerpo, para por último meternos la Kaffir Wit de Mad Brewing y La Quince, ambos de Madrid. Como estábamos muy serenos, hicimos como decía Stevie Wonder: si bebes no conduzcas, así que fuimos muy responsables y no le dimos al alpiste en plan Pocholo en Ibiza, de manera que pudimos volver a casa en coche bastante tranquilitos y sin ningún problema. Antes de irnos pudimos saludar a Pau del blog Lupuloadicto -al que tenía ganas de conocer-y a Ivan del 5 Titius, 2 grandes amantes del birreo de calidad y propietarios de sendas tiendas especializadas en birra.

Mis impresiones del evento son muy positivas. El precio del vaso y de las cervezas son bastante razonables, 2 euros aproximadamente, dependiendo del tipo de cerveza, por el vaso de media pinta. La noche anterior estuve en el Ale&Hop del Born y el mismo vaso te costaba 3,50€ de una cerveza hecha en la misma ciudad, Condal, concretamente. Quéjate luego de los precios del Mikkeller Bar que me entra la risa. Así que para el que quisiera quedarse a dormir, o lo llevasen a casa, la verdad es que era un evento para ponerse hasta las trancas, tanto por la calidad y variedad como por los precios.

El hecho de que no tengas que hacer cola para entrar a un recinto cerrado es una de las partes positivas de las ferias. Puedes irte y volver sin pensar en colas ni movidas. Entras, sales, te das una vuelta, te vas a comer a donde te dé la gana o te echas una siestaca bajo un pino. De agradecer también los bancos y las mesas de los que no pude hacer uso. Se hubiese agradecido aún más si fueran más numerosas. Quizás habría que especular con la idea de realizar el evento en el campo de fútbol de al lado. Es un sugerir. Uno de los puntos fuertes de este formato de acontecimientos cerveceros es el hecho de que puedas saludar y hablar con el cervecero. El que te tira la cerveza no es un empleado, es la persona que la ha hecho, y lo puedes saludar, felicitar, darle tus agradecimientos y comentar su cerveza con él o plantearle tus dudas. Es un macro meet the brewer, cosa que me encanta. Y sobre todo, lo que más valoro en este tipo de eventos es el aire libre. Lo siento pero no puedo con las ferias y festivales en recinto cerrado tomándome una cerveza de 99 en Ratebeer oliendo a chotuno. Así que punto a favor por Mediona. Nada más. Solo con muchísimas ganas de volver a la Masia Agullons este septiembre para celebrar el Zwanze Day de este año.

Balance de daños:

-Hazte 1 Litro - Rubia The Bottle. Genial APA de los barceloneses. 5,7%. Os la reseñaré en breve.
-Hazte 1 Litro & Cornèlia - Ghetto Blackster. Session Black IPA fruto de la colaboración entre las cerveceras de Barcelona y Cornellà de Llobregat. 4,7%. Os la reseñaré en breve.
-Garage Beer & La Quince - No/Use Vol. II. Colaboración entre los madrileños y los barceloneses. Colosal American Wheat Ale de tan solo 2 días de embotellado. Fresquísima. Lima, piel de cítricos, súper ligera. Elaborada con lúpulos Citra y Mosaic, una brutalidad. El trigo no se lo he notado. Muy aromática y con un final amargo acojonante y seco. Buenísima como todos lo que hace esta gente, tanto Garage Beer como La Quince.
-Naparbier & BlackLab - Bosque de Goslar. Espectacular Gose con madera de ciprés que balancea la acidez. Ligerísima, muy refrescante y con un sabor floral de rosas riquísimo. El punto salino es mínimo, suficiente para notarlo pero sin que te dé la sensación de que te han dao una ahogadilla en el Mar Muerto. Nos encantó y nos dejó flipando. 4,2%.
-Santo Cristo - Costa Oeste. Double IPA de la cervecera de Ourense, bastante fiel al estilo, osea, hasta arriba de lúpulo. 9,0% que se notaron. Os la reseñaré en breve.
-Santo Cristo - Samil. Peculiar cerveza Session Oatmeal IPA. Bastante sabrosa y con los cereales y los lúpulos bien presentes. Muy suave pero sin resultar aguada. Fresca y sabrosa. 5,0%.
-Mad & La Quince - Kaffir Wit. Colaboración madrileña para realizar esta Wit con trigo, avena y lima Kaffir. Una cerveza muy peculiar que os reseñaré estos días venideros. 5,6%.

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