La Hop Doom ha vuelto este año, para deleite de todos los hopheads y yonkis del lúpulo. Trankis tronkis, ya no tenéis que subiros al Turó de la Peira a chupar pinos, si queríais resina aquí la tenéis,
Bueno, pues este pelotazo de 11,8% de graduación es el responsable de pillarme una embolia a las 2 de la madrugada y de irme a dormir fino filipino una noche de mucho calor. Ya sabéis, si estas noches os está costando conciliar el sueño debido a las sofocantes temperaturas no hace falta que os gastéis la pasta en un tratamiento del Dr. Estivill Wonder, por 3,70 leuros ya os digo yo que pilláis una torrija que ni en el Senado, y en menos que canta Bustamante estáis planchando la oreja divinamente.
Pues allá vamos. De aspecto bastante apetecible, con una capa de espuma moderada y un aroma brutal a fruta tropical, melocotones y resto de frutas veraniegas de hueso. En boca está fortísima. Yo cada vez soy menos adepto a este tipo de cervezas, pese a ello ésta no me ha acabado de desagradar del todo. Afortunadamente para mí, incluso con los 300 kilos de resinaza se pueden apreciar en el sabor todos los matices frutales anteriormente citados: mango, melocotones, pomelazos... factor que hace ganar puntos al asunto. 300 IBUs al final para poneros la lengua como el papel de lija. Si os gusta nadar entre resina de pino ésta es vuestra birra. A mí en particular, como cada vez me va menos este rollo no creo que repita, demasiado extrema para mí, aún así dentro de lo que son las Imperial IPAs hay que señalar que es una cerveza muy bien hecha y muy rica en matices. Comprada en la General de Begudes de Valldoreix.
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