Hoy os traigo un cervezón como la copa de un pino, que además es Gluten Free y por tanto es apta para celíacos, que gracias a las cerveceras artesanales no están condenados a beber según qué mejunjes. De todas las cervezas sin gluten que he reseñado en el blog ésta es sin duda mi favorita, está hecha al ladito de casa y cuesta menos de 2€. Perfecta.
En su día estuvo en el puesto #1 de Ratebeer dentro del estilo Blonde/Golden Ale. Actualmente ocupa el #29. Curiosamente la que ocupa el #1 a día de hoy es la Eureka Mosaic de Tree House, que ha copado los primeros puestos en la mayoría de estilos, cosa que me da que pensar. No es que dude de la calidad de Tree House, afortunadamente he podido probar alguna cerveza suya y son brutales, pero la Eureka Mosaic en cuestión tan solo tiene 40 votos, de manera que si pongo a votar en Ratebeer a toda mi escalera de vecinos lo mismo podríamos ponernos de acuerdo para lanzar al estrellato mundial cualquier truñibeer. Si lo extrapolamos a nivel no ya municipal, sino quedándonos en el barrio, podríamos incluso desbancar a la Westvleteren XII como mejor cerveza del mundo (3715 votos). Ahí lo dejo.
Bien, centrémonos en esta obra maestra de Espiga. En un inicio mi intención era reseñarla justo cuando alcanzó el #1 pero lo cierto es que me salió chusca (la que observáis en la fotografía). Ultragasificada y nada fresca. Esta semana la volví a Comprar en Caprabo por 1,99€. Había sido embotellada a finales de noviembre del año pasado, y aunque no me fío mucho (o más bien nada) de cómo tratan el producto las grandes superficies comerciales, decidí arriesgarme y me salió bien la jugada, estaba colosal.
La Blonde Ale de los de Sant Llorenç d'Hortons es una cerveza de carbonatación media (dependiendo del lote) y color pajizo un tanto velado. La espuma es persistente y la burbuja muy fina. El aroma a cítricos es impresionante, invita a darle el primer trago rápidamente. En boca me resulta una Session IPA de libro. Muy ligera de trago, muy refrescante y con todo el sabor de los cítricos empapándote la boca. Limones, limas y sobre todo muchísimo pomelo. Todo equilibradísimo, sin estridencias, rico, sabroso, sin pasarse de rosca ni en lupulación ni en amargor. Me resulta deliciosa, pero lo mejor es que las veces que la he podido beber de tirador en alguna feria es aún más buena. 4,5%. Mis felicitaciones a todo el equipo de Espiga. Me quedo con muchas ganas de hacerles alguna visita algún sábado.
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