La Calavera se ha iniciado en el tortuoso camino de las cervezas ácidas. Y digo tortuoso porque son cervezas muy complejas y nada fáciles de conseguir, ya que el invento se te puede ir de madre y coger una contaminación de puta madre.
De momento, hemos comenzado de manera exitosa con la Metamorphosis, una Sour envejecida en barriles de whisky. La compró un buen amigo al que le gustó mucho y fue a comprar otra para dármela a probar, cosa que le agradecí. La etiqueta nos recuerda a un flyer de Lokotron. Algú ho havia de dir.
La servimos en copa, presenta un color rojizo, muy poca carbonatación y bastante sedimento. Al olfato nos recuerda a las cervezas Lambic, ya nos hace un poco a la idea de lo que nos vamos a encontrar. En boca efectivamente es una cerveza muy ácida a la par que rica. Tiene ese punto avinagrado que le da ese rollo tan especial. Tiene un sabor dulce muy rico que a la vez sirve para contrarrestar toda la carga ácida. El sabor del whisky no lo he sabido encontrar, un punto añejo sí, que quizás lo ofrezca la madera. En general es un sabor muy parecido al de las cervezas Lambic de Payottenland, salvo por ese saborazo a cuero tan característico. 7,0% muy bien integrado, entra muy bien y resulta muy refrescante. Bien por los de Sant Joan de les Abadesses.
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