Volvemos con los daneses Mikkeller y con su inacabable catálogo. En esta ocasión nos hemos bebido una versión de su American Dream, que ya reseñé hace muchísimos años. Desde entonces le han cambiado la etiqueta: la original con el fondo rojo, la versión sin gluten con el fondo naranja, y la Extra Dry Hopped que tratamos hoy, con el fondo verde.
La diferencia entre la original y ésta es que han añadido un dry hop y han utilizado más cantidad de lúpulos, que por cierto, no especifican. Nada nuevo que no hubiésemos podido deducir a través del nombre.
De color caramelo y carbonatación abundante. En boca es muy intensa y efectivamente mucho más lupulizada que la original, no obstante, también se pueden disfrutar los sabores de las maltas. Los sabores son resinosos y herbáceos, quizás un poco de fruta muy de soslayo, que difiere mucho de la descripción de la web de Mikkeller, cosa que me hace suponer que no debía estar especialmente fresca. No me extraña nada teniendo en cuenta que la compré en Wine Palace, ese cementerio de cerveza lupulizada donde he dilapidado bastante pasta innecesariamente. 4,6%. Me costó 3,19€. Para comprarla en estas condiciones os podéis ahorrar la pasta.
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