Por fin llegó ese día con el que soñamos todos los cerveceros, ese día en el que le quitamos la chapa a la mítica Pliny The Elder, el unicornio de las cervezas. Durante mucho tiempo fue considerada la mejor Imperial IPA del mundo hasta que fue destronada por Pliny The Younger, como no podía ser de otra manera, ambas de la cervecera Russian River.
Un halo de misticismo siempre ha rodeado esta cerveza, casi imposible de encontrar, incluso en Estados Unidos, donde solo podía comprarse en lugares contados de San Francisco -y evidentemente en Santa Rosa, donde la fabrican- con la venta limitada a una botella por persona. Actualmente ya se encuentra con algo más de facilidad, tanto en botella como en tirador, y la venta no está limitada. Yo la he podido conseguir a través de mi colega del canal de YouTube El Día De La Cerveza que estuvo recientemente en San Francisco y fue tan amable de traerme una para mí. Le estaré agradecido eternamente. ¡A tu salud compañero!
Antes de comezar la reseña haré una pequeña introducción de quién era Gayo Plinio Segundo, AKA Plinio el Viejo, el señor que da nombre a la cerveza. Nacido en la ciudad de Como (Italia) en el año 23 DC, el amigo Pliny fue un escritor, militar y naturalista del Imperio Romano. Entre las obras de Plinio se encuentra Naturalis Historia, que es el primer texto que se conoce donde se documenta la existencia del lúpulo, esa planta cannabácea que veneramos. Dicho esto ya nos queda claro el motivo del nombre de la cerveza.
La abrimos con cierto nerviosismo. Nada más sacar la chapa ya nos viene un aroma a cítricos de alucine. Creo que voy a llorar. La sirvo en el vaso adecuado para IPAs, presenta un bonito color dorado limpísimo, sin turbidez ni poso. La carbonatación es abundante, y genera una gruesa capa de espuma persistente de color blanco. Al olfato es todo cítricos y algún puntito de aromas tropicales. En boca entra como el agua. Muy cítrica, destaca la mandarina, quizás algún puntito de limón o lima también, bastante notable el pomelo y un suave sabor herbáceo que aporta frescor al conjunto. Quizás el primer sorbo no sorprende. De hecho no vas a encontrar ningún sabor que no hayas encontrado antes en alguna otra IPA que hayas bebido anteriormente, quizás por ello a alguien podría resultarle decepcionante. No, no vamos a tener apariciones marianas, pero sí vamos a encontrar una Imperial IPA perfectamente ejecutada. Conforme avanza la degustación se puede sacar alguna nota de fruta de hueso y fruta tropical. El final es moderadamente amargo, sin aristas, nada estridente, quizás un pelín seco, cosa que me agrada. Nada de alcohol (8,0%), es una maravilla lo bien hecha que está. Todo en su justa medida, todo en su sitio, ultra bebible a la par que sabrosa. Birrote épico. Me ha dejado loco. No veo el día que pueda viajar a Santa Rosa.
TE ENVIDIO. MUCHO.
ResponderEliminarTodo llega en esta vida hombre. Sé paciente y tendrás tu Pliny. ¡Un saludo!
EliminarYo se la pedí a una compañera que estuvo en San Francisco y Los Angeles y al final... no me trajo nada :_(
ResponderEliminarEstoque usted me explica lo he vivido en propias carnes en varias ocasiones. Tenga paciencia. Ese día llegará. Créame. Un saludo.
EliminarMuero de envidia, voy a tener que visitar al bueno de German para suplicarle una
ResponderEliminar¡Se hace lo que haga falta! jajajaja. Una Pliny es una Pliny. ¡Un abrazo!
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