Continuamos con la prospección intensiva de las cerveceras más consolidadas al otro lado del charco. En esta ocasión le toca el turno a Deschutes. No, no estamos hablando de jeringuillas cargadas de heroína, sino de la brewery que lleva desde 1988 regando las gargantas de todo el estado de Oregon.
Es posible que en alguna ocasión me haya cruzado con alguna de sus cervezas en alguna tienda especializada de Barcelona, pero tampoco me consta que se prodiguen en demasía en nuestros queridos negocios cerveceros.
A través de una tienda online he conseguido un par de ejemplares para hacerme una idea del trabajo de los de Bend. Como la semana ha sido de meteorología irregular y de bastante frío, el viernes me apeteció comenzar con su Black Butte Porter.
Está elaborada con malta de dos carreras, malta Chocolate, Crystal, Cara-Pils y trigo. Lleva los lúpulos Cascade y Tettnang.
La sirvo en vaso de Stouts y presenta color negro, con algún destello pardo al trasluz. Viene muy carbonatada y con el arte torero que me caracteriza al servirla, logro generar una gruesa capa de espuma muy cremosa, tupida y persistente de color marfil. al olfato nos llega un aroma muy agradable de malta tostada. En boca es bastante sedosa y con cuerpecillo pese a no ser especialmente alcohólica (5,5%), cosa que atribuyo al trigo. En cuanto al sabor es muy rico en matices. Más tostada y torrefacta que cafetosa, con su sabor maltoso agradable, dulce, un puntito acaramelado, de toffee, notas de cacao y un punto balsámico y refrescante que aportan los lúpulos. Final amarguete de 30 IBU. Más compleja de lo que me esperaba. La verdad es que me ha encantado. Me costó 4,49€. Botella de 35,5cl.
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