Pues nada, la abro y la sirvo en vaso para IPAs, presentando un color naranja vivo y muy intenso y una turbidez de biofrutas bastante destacable. La carbonatación es muy abundante, nos va a generar una gruesa capa de espuma muy compacta, cremosa y duradera de color blanco y además nos va a dejar un bonito encaje de Bruselas.
En nariz nos llega mucho pinito y mucho cítrico, afortunadamente no encontramos alcohol. En boca es intensa, muy sabrosa, con el saborazo de la fruta de hueso que aportan los lúpulos: mucho melocotón. También mango y muy notables los sabores herbáceos, intensos pero sin resultar estridentes ni cansinos. Ni rastro del alcohol en sabor. La sensación en boca es de sedosidad y cuerpazo, pero lo que más me ha dejado flipado es que para ser una Triple IPA esto tiene una bebestibilidad bestial. Normalmente las Triple IPAs me suelen resultar duritas (incluso las de 33cl) peroésta en concreto entra de lujo. Me he crujido la lata entera de 47,3cl sin que me haya resultado cansina en ningún momento. También es cierto que la he cogido con muchísimas ganas tras un duro e intenso día de trabajo. Pero que en fin, muy buenas impresiones en la primera toma de contacto. Enlatada a finales de enero estaba muy bien conservada. Final un poquito amargo pero sin idas de madre (27 IBU). Comprada online por 12,74€.
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