La cervecera de Almacelles Lo Vilot ha pasado a convertirse en una de mis prioridades birrunas a nivel nacional. Recientemente he tenido la suerte de conseguir cuatro de sus variedades que no hacen sino reafirmar su peso en la industria cervecera nacional, máxime cuando son ellos mismos los que cultivan su propia materia prima. En este blog hemos reiterado hasta la saciedad nuestra admiración por este tipo de proyectos.
La última que me he abierto de los de ponent es la Cassís, que según sus creadores es una Smoothie Fruit Sour elaborada con grosellas negras. La receta lleva también copos de avena y malta de trigo. Vendría a ser una cerveza Sour fermentada con lactobacillus, con mucho más cuerpo que las Berliner Weisse y donde el protagonismo se lo llevaría la fruta en cuestión.
La sirvo en copa TeKu y presenta un color rojizo muy intenso y vívido, sin la turbidez de los zumazos de moda. La carbonatación es abundante, capaz de generar una gruesa capa de espuma de color rosa que no tarda en desaparecer. La retención del carbónico es bastante correcta y nos deja el picorcillo en la lengua de la burbuja fina durante toda la degustación.
En aroma ya podemos apreciar el deje del lactobacillus y obviamente la presencia de la fruta. En boca cuenta con bastante cuerpecillo. Es una cerveza dulce, con el sabor de la grosella muy rica, que nos recuerda al jarabe (me refiero más al de repostería, que no al medicinal) pero que queda balanceada por la acidez. Es muy agradable en boca, quizás a mí particularmente me agradan más ligeras, pero en general una cerveza muy disfrutable para la época del año que estamos. 5,5%.
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