Comenzamos la semana con novedades. ¡Y menudas novedades! La de hoy es una de las cervezas que más me han sorprendido en los últimos meses. Que no es poca cosa.
Salta al ruedo birruno Energy City, cervecera con sede en Batavia (estado de Illinois), localidad muy cercana a Chicago. Cuentan con un extensísimo catálogo, especializado en cervezas
Se especializan en cervezas elaboradas con frutas a través de su serie Bistro, y más concretamente en fruta tropical con su subserie Bistro Cabana, que es la que tocamos hoy. Bistro Cabana Mango & Coconut, es -según sus fabricantes- una Fruited Berliner Weisse. Para el que suscribe, en cambio, poco o nada tiene que ver con una Berliner Weisse alemana. Hablemos claro y llamemos a las cosas por su nombre: Smoothie Sour. ese tipo de cervezas que se han puesto de moda y cuyo propósito es emular un batido de frutas. No es que tuviera yo demasiado interés por este tipo de elaboraciones, pero como siempre estoy atento a todo lo que se hace al otro lado del charco, tenía un bombardeo constante de elaboraciones de Energy City y de otras cerveceras que realizaban cervezas similares, así que decidí darles una oportunidad a algunas de ellas.
Procedemos. Sirvo la cerveza en copa TeKu, vertiendo un líquido amarillento muy denso, que efectivamente parece un licuado de frutas (incluso granizado). Mi vista no logra alcanzar donde acaba el líquido y empieza la espuma, todo parece bastante uniforme. Al cabo de un rato la cosa se va asentando y la cerveza queda en la parte inferior, de un color más oscuro, y la espuma encima, de un color ligeramente más claro. Es cuando me doy cuenta que me he pasado de rosca con la espuma. Me espero durante un buen rato, pero la cosa no tiene pinta de bajar. La espuma se mantiene tal cual. Muy abundante, muy compacta y ultrapersistente. Al naso no nos viene ninguna sorpresa: mango y coco.
Procedo a darle el primer tiento. El sabor es extraordinario. La fruta tal cual, como recién batida. Mucho coco, mucho mango, e incluso piña. El sabor me recuerda muchísimo al de una piña colada, pero con la adición de mango. La textura es lo que me ha dejado loquísimo. Muy densa, muy sedosa, y con esa sensación de granizado de frutas que persiste durante toda la cata, que me parece logradísimo, y que añade un plus a la experiencia tropical. La espuma sigue ahí, no hay manera que baje, te la puedes comer a cucharadas (literal), y al final acaba dejando la pared del vidrio sucísima. Tiene un puntito de alcohol (6,5%) que más que molesto, añade un plus al asemejarse al cóctel tropical antes mencionado. Solo me ha faltado servirlo dentro de una piña vaciada para acabar de petarlo. Acojonantemente la lata de 47,5cl entra sola y se queda corta. Cortísima. Qué cosa más rica. Me estoy volviendo adicto a esta mierda, aviso. Me costó 9,81€ en una tienda online.
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