Pese a que llevo ya unos días publicando varias cervezas y cervecerías italianas que hemos visitado durante las vacaciones de este verano, la de hoy es precisamente la primera birra que me tomé nada más llegar a Bolonia.
Llegamos bastante antes de la hora de entrega de llaves del apartamento donde nos hospedábamos, así que nos metimos en la primera cafetería que pillamos. Mi mujer se pidió un café con leche porque habíamos desayunado como a las seis menos cuarto de la madrugada, peeeeeeero, pasaba poco más de las doce del mediodía, así que se abría la veda al birreo. "-Avete birra artigiale?" Le pregunté a la mujer. No se sorprendió de que le estuviera pidiendo algo rarísimo. Sin inmutarse se acerco a la nevera, revolvió las botellas que tenía allí y me saco este ejemplar. Me preguntó si me parecía bien, a lo que respondí: "-Mi va beníssimo". Llegar y besar el santo.
La cerveza en cuestión es una India Pale Ale de la cervecera Storie di Malto, que elaboran sus cervezas en la fábrica de Flea -con sede en Gualdo Tadino- de los que habíamos visto alguna cerveza por alguna tienda de alimentación italiana por Barcelona, y de los que habíamos llegado a probar su Smoked Ale Anais. Eso sí, de Storie di Malto no tenía ni idea. La IPA en cuestión se llama Verdi Colline. Vamos allá.
La sirvo en el vaso alto para Lagers que me proporciona la señora de la cafetería, presentando un bonito color dorado, intenso y con tendencias hacia el ámbar. En nariz es bastante herbácea, agradable, aunque el lúpulo no nos impide disfrutar también del aroma a cereal. En boca es agradable, dulce por la malta, que tiene una basa bastante consistente y notable, sin resultar en ningún momento empalagosa. El lúpulo de entrada nos ofrece sabores herbáceos ricos y agradables, pero a medida que se va atemperando, también podemos disfrutar de notas florales muy ricas. amargor final perfecto (50 IBU). Joder,¡ni tan mal! Creo que me costó 4,00€. 6,6%. Botella de 33cl.
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