Uno de los factores por los que me gusta beber cervezas single hop es porque al utilizarse tan solo una única variedad de lúpulo el bebedor puede apreciar exactamente qué es lo que le aporta a la cerveza: aroma, sabor, amargor. Una auténtica gozada. Este placer se acentúa cuando uno, a base de experiencia empírica (usease de darle al drinkin' cosa fina) empieza a descubrir cuales son sus lúpulos favoritos.
Este es mi caso, que soy un apasionado del Citra. El placer aumenta exponencialmente cuando los brewers son la gente de De Molen, los genios de Bodegraven, en Países Bajos, donde tarde o temprano iremos a hacerles una visita. Os aseguro que lo merece.
La Single Hop Citra es una IPA colosal de marcado aroma frutal, de generosa y cremosa corona de espuma, suave y ligera y con un amargor final seco y duradero acojonante. El sabor a fruta tropical te empapa la boca sorbo a sorbo. De tan solo 4,8% entra de muerte. Una de mis favoritas elaborada por unos de mis cerveceros favoritos. Chapeau.
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