Matilda es una cerveza de fermentación espontánea, es decir, no lleva levadura. Entonces, ¿cómo fermenta la cerveza si no lleva levadura?, bien, os explicaré una historia.
Dicen los lugareños de Canovelles, que por las noches, el espíritu de Matilda, la antigua propietaria de Can Partegàs, se mete en los tanques de fermentación para obrar este pequeño milagro, y nos deja ese toque mágico en su cerveza.
De color cobrizo y más carbonatada que la mayoría de cervezas de fermentación espontánea, es una cerveza que ha sido envejecida durante 6 meses en barricas de mistela. También lleva malta de trigo. En boca es ácida, pero sin llegar a ser desagradable, se saborea perfectamente la malta de cebada, la de trigo no se la he notado, toques tostados y avinagrados. Todo bastante harmonizado, para ser de fermentación espontánea es bastante suave y entra bastante bien. Otro reto conseguido para los de Canovelles. 6,8%.
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