El post de hoy me llena de emoción, ya que desde que probé por primera vez la De Molen Amarillo siempre había tenido en mente viajar a Bodegraven. Ese deseo no ha hecho sino que aumentar a medida que he ido probando el resto de su catálogo, absolutamente impresionante. Este verano por fin el sueño se ha hecho realidad gracias a mi mujer, que es una santa y soporta todas mis frikadas birrunas.
Aprovechando que estábamos de vacaciones en Ámsterdam decidimos emplear un día entero para acercarnos a esta pequeña localidad holandesa regada por el Viejo Rin. Valió mucho la pena. Os explico con detalle la experiencia para todos aquellos que queráis visitar sus instalaciones y la cervecería y por si os sirve de utilidad a todas las afortunadas y afortunados que vais a ir al Borefts Beer Festival. Espero que lo disfrutéis tanto como lo he hecho yo este verano.
Aprovechando que estábamos de vacaciones en Ámsterdam decidimos emplear un día entero para acercarnos a esta pequeña localidad holandesa regada por el Viejo Rin. Valió mucho la pena. Os explico con detalle la experiencia para todos aquellos que queráis visitar sus instalaciones y la cervecería y por si os sirve de utilidad a todas las afortunadas y afortunados que vais a ir al Borefts Beer Festival. Espero que lo disfrutéis tanto como lo he hecho yo este verano.
Para llegar a Bodegraven evidentemente podéis ir en coche que es lo más práctico y cómodo. Delante mismo del Brouwcafé De Molen hay un aparcamiento que suele estar vacío (al menos cuando fuimos nosotros, en el Borefts no sé cómo se pondrá aquello). Como nos va la aventura y no nos gusta conducir trujaos decidimos ir en tren. Al no haber trenes directos desde Ámsterdam tuvimos que hacer trasbordo en Utrech. Os dejo aquí el enlace de la compañía de trenes. El trayecto en teoría dura unos 51 minutos yendo todo bien, pero haceos la idea de que es algo más largo. Nosotros a causa de un retraso perdimos en enlace durante la ida y tuvimos que esperar un poco más para coger el siguiente tren, cosa que no supuso ningún problema. La frecuencia de trenes en las líneas férreas de los Países Bajos es bastante alta y los horarios bastante amplios, así que no os preocupéis por perder un enlace o la hora de vuelta a casa. También es posible realizar el mismo trayecto haciendo trasbordo en Leiden, pero es más largo. Cada viaje cuesta unos 10,50€ por persona, así que el viaje completo sale por 21 napis. Desde la estación de trenes de Bodegraven hasta el Brouwcafé De Molen hay menos de 10 minutos andando. No tiene pérdida, recto y al llegar al Viejo Rin a la izquierda.
Brouwcafé De Molen
Nuestra primera parada fue el Brouwcafé De Molen. La verdad es que ver el molino allí delante tuyo impresiona y no voy a decir que no me emocioné. Alguna lagrimilla cayó. Lo tienen todo muy guay con una agradable terraza en el exterior junto al Viejo Rin. Como llegamos pronto y nuestro tour no empezaba hasta las 14:30 de la tarde decidimos comer antes para que a los niños no se les pasara la hora y nosotros hacer tiempo a la par que hacer una prospección birruna del lugar en sí.
El local es muy amplio y agradable. Cuenta con 24 tiradores, la mayoría de ellos de De Molen, pero también cuentan con algunos de ellos para estrellas invitadas, como por ejemplo Kaapse, Coronado, Nøgne Ø, Brekeriet, Burnside, Gänstaller, Antybrowar, Profesja, Cigar City y lindezas por el estilo. Como hacía un día soleado nos acomodamos en la terraza del exterior, para que los niños pudiesen hacer el cafre. El interior del Brouwcafé también es muy chulo, todo de madera, con taburetes en la misma barra y numerosas mesas. También es posible sentarse junto al canal y disfrutar de las vistas al Viejo Rin.
El tema pitanza es cosa seria. Yo me pedí el sandwich club -que era kilométrico- con pollo ahumado, ensalada de huevo, bacon y un festival de cosas más, mi mujer pidió el carpaccio con olivas, parmesano, piñones, alcaparras y salsa pesto. Como la chica no tiene manías con la comida al final me tuve que comer yo su carpaccio y ella mi sandwich, cosa que no fue ningún inconveniente porque estaba todo absolutamente delicioso. Para los niños pedimos una hamburguesaca (al loro, era la pequeña) brutal. El resto de la carta de comidas cuenta con numerosísimos wraps, ensaladas y sopas.
Pero atención, porque la cosa se pone muy interesante con la carta de cenas (no nos pudimos quedar a cenar pero la vida es larga, ¡ya volveremos!) donde ofrecen pollo satay, lomo de cerdo, quiches, bacalao con salsa de espárragos, risotto de calabacín, costillas asadas con tomate y la hamburguesaca de 220g. Todo con una pintaza brutal. Nos sorprendió que había mucha gente que tan solo iba a comer, clientela bastante local y muchísimos menos beergeeks de los que me esperaba, creo que el único freak era yo. El servicio de lujo desde el minuto 1 hasta que nos fuimos, amabilísimos, muy simpáticos y súper agradables.
Brouwerij De Molen
Las visitas guiadas a la cervecera solo se realizan los sábados. Existen dos turnos, el primero, a las 12:30 en neerlandés y el segundo, a las 14:30 en inglés. En su página web indica que la duración es de entre 80-90 minutos, pero a nosotros nos tocó el guía enrollao que se explayó mogollón y se tiró más de dos horazas enseñándonoslo todo y explicándonos todos los detalles acerca de la elaboración de sus cervezas. El tío se lo curró mucho. El tour cuesta unos 17,50€. Los críos no pagan, siempre y cuando esto no suponga que algún adulto se tenga que quedar fuera del tour, ya que solo disponen de 20 plazas por visita, en ese caso cobrarían 6,25€ por churumbel. El precio incluye la degustación de cinco de sus cervezas (evidentemente los niños no privan). Es necesario reservar con antelación. Os aconsejo no pasaros mucho durante la comida porque luego hay que hacer huequecico para las cinco birras del tour. Que lo sepáis.
La visita comienza en el mismo molino, donde en sus orígenes Menno Olivier empezó a elaborar las cervezas. Actualmente es donde se emplaza en Brouwcafé De Molen. Allí explican todo el proceso de elaboración de cerveza y los factores que influyen en éste. También nos explicaron que el agua que se utiliza es la del Viejo Rin, tanto para la cerveza como para la refrigeración. En su día, en las antiguas instalaciones llegaron a producir 100.000 litros de cerveza al día, eso al mes son unos tres millones de litros, con todo el trajín que suponía esto para almacenarlas. Siempre andaban de aquí para allá, yendo y viniendo, esto dio origen a los originales nombres de las cervezas, muchos de ellos compuestos por dos palabras.
Más tarde, tras haber degustado las tres primeras cervezas, la visita continúa en las instalaciones actuales de la cervecera, que están ubicadas a tan solo 150 metros del molino, muchísimo más grandes y con unos fermentadores bastante bestias. Me hizo mucha gracia que cada uno de ellos era un personaje de Star Wars. La coña empezó porque una de sus máquinas se parecía a R2D2, y han ido bautizando todos los artilugios de la cervecera con nombres de la saga (incluso Jar Jar Binks).
Más adelante se accede a la sala de máquinas, donde pudimos observar la embotelladora, la etiquetadora y la máquina que pone las chapas (¿se llamará chapera?). El guía después nos acompañó a la sala frigorífica donde guardan los lúpulos y nos dejó esnifar una saca de Simcoe que nos dejó flipaditos vivos. Continuamos por el almacén donde pudimos observar centenares de palés cargaditos de cajas y cajas de felicidad que serán enviadas por todo el globo terráqueo.
La cosa se puso eréctil cuando accedimos a la sala de barriles. Allí es donde se envejecen en barriles de roble las obras maestras de la cervecera. Centenares de barriles de bourbon, ron y de Rioja (concretamente de las bodegas El Coto) que potencian aún más los sabores y que mejoran las ya excelentes cervezas de De Molen. ¡Sí!, aquella Hel & Verdoemenis bourbon barrel aged que te bebiste aquella Navidad mano a mano con tu viejo se envejeció aquí. Lagrimones. Gallina de piel. Happiness. Tras hacernos las fotos de rigor y petar la xerradeta con los compañeros de tour volvimos a la terraza del brouwcafé para acabar de degustar las dos últimas cervezas que nos quedaban pendientes: la Amarillo y la Hel & Verdoemenis. Tras disfrutar de las últimas cervezas y comentarlas con el guía se dio por finalizado el tour. La verdad es que muy completo, tanto por la duración como por las explicaciones de todos los procesos. El guía genial. De 10.
Una vez concluido el tour es posible acceder a la tienda de las golosinas, donde se puede adquirir gran parte del catálogo de De Molen, así como de otras importantísimas cerveceras de todo el mundo: Kaapse, Coronado, Maui, Karl Strauss, Hopworks, Hoppin' Frog, Hair of the Dog, Mission, Kees, Brew by Numbers, The Kernel, Magic Rock, Lost Coast, Mad River, Alameda, Caldera, Black Diamond, St. Florian's, Nøgne Ø, Gänstaller. Austmann, RedChurch y un larguísimo etcétera. También es posible adquirir merchandising, como camisetas, gorras, glassware y todas las freakadas posibles para el más exigente de los beergeeks. Para casa se vino una camisetita -que cada vez que me la pongo se me cae la lagrimilla- y una botella de Hel & Verdoemenis Bourbon Barrel Aged que reseñaré dentro de dos años, porque según las palabras del guía "esta cerveza ahora mismo está de puta madre, pero si la dejas añejar un par de años más va a ser la puta bomba", y así lo estoy haciendo, guardadita en el trastero resguardada de la luz y de los cambios bruscos de temperaturas. Si queréis saber cómo está tendréis que esperar a la reseña que haré en 2018. ¡Estad atentos!.
Tras finalizar nuestra fructífera jornada en Bodegraven regresamos hacia Ámsterdam muy satisfechos por el trato recibido por todo el staff de De Molen, desde la camarera que nos atendió durante la comida hasta el guía que nos acompañó durante el tour, ¡todos geniales!. Os estamos muy agradecidos. Brouwerij De Molen, ¡ya formáis parte de nuestra familia birruna!.
Balance de daños:
De Molen - Vuur & Vlam. Para hacer el aperitivillo me pedí esta IPA elaborada con lúpulos Galena, Chinook, Simcoe, Cascade y Amarillo. Pese a llevar una carga de lúpulo bastante considerable me ha agradado encontrarme el sabor del cereal bastante perceptible y muy rico, ahora eso sí, amarga cosa fina. 6,2%.
De Molen - Hoger & Lager. Mi mujer se pidió esta excelente Hoppy Lager, muy ligera de trago. Refrescante, bastante rica, con una carga de lúpulo considerable y con un final muy seco. 5,4%.
Brewski & Brekeriet - From Skåne with love. La idea primigenia era ser muy estrictos y degustar solo las cervezas de los de Bodegraven, pero a uno le entró la tentación y considerando que posteriormente íbamos a catar 5 de sus cervezas acabé rindiéndome ante este cervezón fruto de la conexión sueca. Una Saison extraordinaria, repito, extraordinaria, de riquísimo sabor a cereal, donde se nota el sabor del trigo y con un punto ácido muy refrescante. Colosal, entró casi a cascoporro. 6,0%.
De Molen - Licht & Lustig. Primera cerveza del tour. Una Bitter muy rica con ese puntito british (90/100 en Ratebeer, al loro, entre el Top 50 de cervezas de su estilo a nivel mundial), con el plus de tomársela allí mismo, fresquísima, sin haber recorrido ni tan solo un kilómetro. Excepcional.
Kaapse - Harrie. Segunda cerveza del tour. Saison de los colegazos de Rotterdam Kaapse Brouwers. El guía nos explicó la relación estrecha entre ellos y los De Molen, pero con mi paupérrimo inglés no me enteré de mucho, todo sea dicho. Rica, con el cereal bien presente y algo de grano en crudo, diría yo, por el peculiar sabor. 5,5%.
De Molen - Hamer & Sikkel. Porter suave de los neerlandeses, con un puntito suave de torrefacto, algo de regaliz muy suave y armonizado, cafecito... mmm deliciosa. 5,2%. Aquí ya empecé a estar un poco perjudicao, menos mal que volvimos en tren. 5,2%.
De Molen - Amarillo. Potentísima Imperial IPA, uno de los buques insignia de la cervecera de Bodegraven. Una gozada poder volver a degustarla tan fresca. Podéis volver a leer la reseña clickando aquí. 9,2%.
De Molen - Hel & Verdoemenis. Impresionante Imperial Stout para poner el broche de oro a una jornada excepcional. Cervezón donde los haya (100/98 en Ratebeer). Intensa, sabrosísima, lagrimones de felicidad, café, cacao puro, una locura en el paladar. Allí con la toña en la terracita la disfruté muchísimo, pero más la voy a disfrutar en casa con la bata de guatiné y las pantunflillas de felpa. Gloriosa. Orgásmica. 10,0%.
Brouwerij De Molen Doortocht 4, Bodegraven (Países Bajos) +31 172 610 826
Brouwcafé De Molen Overtocht 43, Bodegraven (Países Bajos) +31 172 610 848 www.brouwerijdemolen.nl
Sabrías decirme que significa el -ish que viene en las etiquetas junto al estilo.
ResponderEliminarNo entiendo a qué se refiere. ¿Podría dar un ejemplo?. Saludos.
EliminarHamer&Sikkel porter-ish, Saint&Sinner IPA-ish, Amarillo imp. IPA-ish, Hel&Verdoemenis imperial stout-ish y muchas mas aunque no todas.
EliminarUn saludo.
Pues la verdad es que no tengo ni idea y nunca me había fijado. Si algún lector conoce la respuesta se agradecerá la aclaración al respecto. ¡Saludos!.
EliminarHello Guys,
ResponderEliminarthis is Colin, your humble tourguide, first of thanks for your awesome story/review!
To answer your question: Although we try to give our fans an idea what to expect of our different beers, a lot of them don't "exactly fit" into a certain beer style. So we just put "ish" behind it.
So in example the Hamer & Sikkel is "Porter" -ish ...
It most closely resembles a porter, but is it truly a porter?? You be the judge ;)
Cheers, and thanks once again!
Colin
P.s. Looking forward to your 2018 review of Hel & Verdoemenis Bourbon BA!
Lo que os iba diciendo, que el guía es genial. No solo nos hizo un tour de lujo, sino que además responde a nuestras dudas vía telemática. Thanks Colin! You totally rock!!!.
EliminarSi señor, esta gente es grande y no solo haciendo cerveza por lo que se ve, muchas gracias!!!.
EliminarUn saludo.
¡Son unos cracks!. Siempre geniales. ¡Un saludo!.
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