El domingo pasado nos pegamos una sesionaza en casa para despedir las fiestas navideñas por todo lo alto. Una de las cervezas elegidas para darles matarile fue esta magnífica Flanders Red Ale de la brouwerij belga Rodenbach, que me hago cruces de que a estas alturas de la vida no hubiese pasado antes por el blog. En fin, aquí la tenemos y auguramos de que vendrán unas cuantas más.
La Vintage 2013 que tratamos hoy es el resultado de dos años de maduración en barrica, una cerveza Sour brutal. Si no sois muy adeptos a este estilo os la podéis ahorrar. Para los que nos gustan los vinagrazos es canelita en rama.
De color entre rojizo y marrón -aquí la linea entre las Flanders Red Ale y las Flanders Brown Ale es muy fina, de hecho es bastante frecuente verlos aunados como un único estilo- y poca carbonatación. Bien es cierto que había mucha más espuma de la que aparece en la fotografía, pero desaparece rápidamente.
En boca es una cerveza ácida, como cabía esperar, con un punto avinagrado. También considerablemente dulce, que hace que la acidez quede balanceada. Afrutada, con notas de madera y un sabor que nos recuerda al de los vinos dulces como el moscatel. Tiene también ese puntito añejo que le da más flow al conjunto. En general es una cerveza muy compleja y altamente disfrutable para todo aquel que quiera dejarse seducir por el mundillo Sour. 7,0%. Comprada en A-Go-Go de Terrassa por 11,60€ (botella de 75cl).
No hay comentarios:
Publicar un comentario