Hoy, por ser San Valentín, y antes de que os pongáis muy hornies vamos a abrir esta lata de la cervecera neerlandesa Kees, que no pasaba por el blog desde nuestro periplo por Ámsterdam allá por 2016.
De los de Middelburg aún no había catado producto enlatado, y ésta, junto con las otras 86 que tengo guardadas se van a ir a la colección particular de mi colega Klifjanguer, que va a necesitar una bolsa industrial para llevárselas.
La servimos en vaso y presenta un color negro totalmente opaco. La espuma de color hueso no es excesiva, pero sí cremosa y persistente. Al olfato notas de cafetazo, caramelo y más adelante bastante alcohol. En boca destaca el torrefacto. El sabor del caramelo no es excesivo como podría darse el caso de una Omnipollo, o de la Amundsen que reseñamos hace poco, se disfruta perfectamente sin que sea excesivo o solape la Imperial Stout, es más un poquito más tampoco me hubiese importado. En boca también es bastante alcohólica -al loro, 11,5%- y la verdad es que se sube bastante, así que si os la tomáis por la noche como el que suscribe os vais a quedar fritos que da gusto. Pues eso, que acabéis de pasar un buen día y le deis mucha caña al CD de Barry White. Comprada refrigerada en el Cervesa Sobre Tot de Granollers por 4,60€.
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