La tercera cerveza para maridar con el menú "festival" del Celler de Can Roca me puso en un apuro. Hubiese continuado con Lambic -para el pescado- pero todas las Cantillon y las Tilquin de la carta ya las había probado. La Parcela de Jolly Pumpkin me pareció arriesgado, quizás debiera haber pedido una Farmhouse de Jester King, pero finalmente me decanté por la Struise Rossé de los archiconocidos De Struise. Pensé que le iría perfecta para el plato de cochinillo,pero claro, el cochinillo llegó al final de la comida cuando ya me la había acabado. La triste y cruda realidad es que la acabé maridando con entrantes y pescados, que no pegaban nada, pero eso sí, estaba todo muy rico.
Se trata de la edición de 2015 de esta Belgian Ale de los cerveceros de Vleteren. De color pardo y no excesivamente carbonatada. Es una cerveza maltosa, no excesivamente alcohólica (6,0%), dulce y con notas de caramelo. Matices de orejones, higos secos, uvas pasas y un puntito sutil de café. También tiene el toquecito característico -suave- de la levadura belga. Muy rica pero en el momento equivocado.
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