Este año está haciendo un caloret más criminal de lo habitual. Desde el mes de mayo con los sudores de la muerte. El destino pues para este verano estaba claro: Galicia. A disfrutar del fresquito, bañarnos en aguas cristalinas que no parezcan caldito, ponernos finos a marisco y bebernos todo lo que se pueda. En mayor o menor medida hemos cumplido con todas nuestras expectativas. Lo que no entraba en nuestros planes es que en la ciudad donde habíamos establecido nuestro campamento base para ir pivotando por la geografía galega iba a celebrarse una feria cervecera. Os juro que esto no estaba planeado. Pues fetén, oiga. Aquel día lo pasamos en Santiago de Compostela y ya entrada la tarde nos fuimos a ver el ambientillo que se respiraba por la quinta edición de A Feira Da Cervexa Artesá de la ciudad de Ferrol.
El evento estaba organizado por La Ruta Del Lúpulo y, tras dos años sin celebrarse por la pandemia, os puedo asegurar que se recibió con muchas ganas por parte de la población ferrolana. El vaso costaba 3€, era un mini nonic de 20cl. Agradecí que se pudiera pagar en metálico, y no con el fiasco de los tokens.
Las cerveceras que asistieron fueron las gallegas Nós, Trisk Ale y Ancora, la segoviana Octavo Arte y las madrileñas The One y San Nicasio. Me sorprendió no encontrar el tenderete de La Ferrolana, que aparecía en el cartel como organizadora. El evento comenzó el viernes 12 de agostó y duró hasta el lunes 15, día de la Ascensión de la Vírgen, de manera que todos los vecinos de Ferrol y de las poblaciones cercanas pudieron disfrutar de las cervezas, comida y buen ambiente de la feria durante todo el puente. Las cervezas costaban sobre los 2-3€ dependiendo del estilo. Precios bastante asequibles teniendo en cuenta los precios de la caña del monopolio cervecero de los hijos de Rivera. Además de disfrutar de las cervezas de barril (aproximadamente 4 grifos por cervecera) también se podían comprar cervezas en botella para disfrutar en casa.
Hubo ambientazo desde el principio. La organización supo captar la curiosidad de la población ferrolana al completo. Hubo un ambiente muy familiar y festivo, muy alejado de algunas ferias cerveceras donde solo acuden los cuatro frikis cerveceros de turno. Los conciertos, los food trucks y algunos tenderetes de artesanía local ayudaron a captar a todo tipo de público.
Para maridar las cervezas hubo un food truck de rollos de pan libanés con pollo tandoori, secreto de cerdo, falafel y hummus. Un segundo food truck ofrecía una opción vegana a los asistentes, con croquetas de puerro confitado, empanadillas de soja, falafel, hamburguesas y bocadillos veganos, patatas picantes y chile vegano. Para los carnívoros hubo una pequeña carpa con una parrilla a pleno rendimiento donde preparaban bocadillos de chistorra, hamburguesas, panceta, jamón, costilla y patatas fritas. Para la muchachada se vendieron latas de refrescos en la carpa de la organización.
La nota musical la pusieron varios grupos locales que tocaban versiones de grupos de Rock. Unos veteranos amenizaron la velada con versiones de ZZ Top, Queen, Joe Cocker, Jimi Hendrix, Platero y Tú , Los Suaves, Héroes del Silencio y AC/DC. Pero el punto álgido de la tarde llegó cuando unos adolescentes (rondarían los 13 años) asaltaron el escenario con el "For Whom The Bell Tolls" de Metallica, seguido de versiones de Nirvana, Ramones, White Stripes e incluso se atrevieron con el "Crazy Train" de Ozzy Osbourne, el primo de Bertín. Salieron de allí aclamados por el respetable. En todo momento se respiró un ambiente muy sano y agradable, con gente con muchas ganas de pasárselo bien. La afluencia de público fue bastante notable, sin llegar a ser en ningún momento agobiante. Estuvo muy bien pensado que hubiese gran cantidad de mesas y bancos estilo
biergarten. Suficientes para los que llegamos tempranito. Los que llegaron más tarde les tocó esperarse un poco a que alguno se quedase libre. En general, valoro muy positivamente el evento y felicito a la organización. Lo disfrutamos muchísimo, máxime cuando nos lo encontramos allí de manera inesperada.
Balance de daños:
-Octavo Arte - Mañanas De Domingo. Tenía muy buenas referencias de la cervecera segoviana, así que fue el primer stand que visité. Huyendo de las IPAs de turno me decanté por esta American Amber Ale -también con su buena dosis de lúpulo- acaramelada, un poquito dulce, y de final moderadamente amargo. 5,5%.
-Nós - Lager. Para hacer aprecio del producto local nos decantamos por la American Lager de la cervecera viguesa. Muy sabrosa, todo malta. Ligera, muy rica y bebestible. 5,0%.
-San Nicasio - Pale Ale. Para despedirnos del evento no quisimos perdernos alguna cerveza de los de Leganés, de los que ya habíamos probado su IPA y su Dunkel. Resultó una American Pale Ale muy rica y bebestible, con un punto agradable de lúpulo muy refrescante. 5,1%.
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