Siempre he sido muy fan de Sierra Nevada. El que suscribe se ha metido 6 packs de Torpedo del tirón como si no hubiera un mañana.
Sin embargo, echando la vista atrás, veo que la última Sierra Nevada que reseñé fue en 2018. Este periodo de 5 años sin comprar deliberadamente nada de los de Chico no ha sido fruto de la casualidad. La verdad es que desde que en España empezó a distribuirla el grupo Ágora la cerveza llega al consumidor en condiciones lamentables. Muestra de ello es la reseña que le dediqué a su Tropical Torpedo. Hace unos días me encontré con unas latas de California IPA en la nevera de la General de Begudes y decidí darles otra oportunidad, hecho que solo hizo que confirmarme lo bien que hice ahorrándome la pasta durante estos últimos cinco años.
Se trata de una Session IPA elaborada con los lúpulos Cascade, Citra, Loral, Mosaic, Simcoe y Magnum. La sirvo en vaso shaker. Presenta un color dorado límpido, sin impurezas. Carbonatación abundante de aspecto jabonoso. Gruesa corona de espuma de color blanco. En nariz bastante herbácea y cítrica. En boca es una cerveza bastante bebestible, con un sabor herbáceo bastante marcado. Algo de alegría aportan los matices cítricos, que nos recuerdan al limón y el pomelo. Final bastante amargo (40 IBU) con un regusto bastante chusco que te arruina la experiencia. La compré refrigerada pero vaya usted a saber cómo viajó y sobre todo cómo se almacenó y durante cuanto tiempo esta criaturica. No hace falta dejar una huella de CO2 tan grande teniendo Session IPAs locales más frescas y en mejores condiciones que ésta. 4,2%. Lata de 35,5cl.
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