Y ahora os van a tocar unos días de turrita belga, ya que ha coincidido que me he chuflado varios ejemplares del país de los mejillones y las papas fritas y toca reseñarlas.
Con motivo de mi onomástica, mi progenitor gestante y mi progenitor no gestante, me regalaron un surtidito guapo de cervezas belgas, todas ellas en formato 75cl.
Voy a empezar por ésta de Lindemans, que es de las pocas que debe salvarse de su catálogo. La cervecera de Vlezenbeek es famosa por sus mierdas hasta arriba de sirope. Eso no quita que tengan magníficas cervezas en su haber, como la que tenemos hoy por aquí, su Oude Kriek Cuvée René.
Se trata de una cerveza Lambic elaborada con cerezas. Concretamente este es el blend de 2021. Como intuyo donde debieron comprarla, tiene pinta de haber estado criando polvo durante estos últimos tres años.
La sirvo en el vaso para gueuzes que me trae muy buenos recuerdos prepandemiales, luciendo un color cobrizo muy bonito, de tonos rojizos, con destellos anaranjados. Carbonatación abundante pero menos duradera que la moda de los hard seltzers. En nariz nos vienen notas avinagradas, de cuerazo y madera, y con el Brett asomando. En boca es una cerveza ácida, con un punto de ácido acético bastante agradable (al menos para los que nos gusta), el Brett bastante notable pero sin llegar a chirriar. Puntito viejuno bastante molón. cuerazo, maderita chachi y con el puntito de las cerezas, que aunque sutil, es bastante rico. Final un pelín terroso. Muy rica, en general. Joder, menuda diferencia con las que hacen con siropes. 7,0%. Botellón de 75cl.
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