Si había un lugar en San Sebastián al que tenía muchísimas ganas de ir ese era sin duda el Baga Biga, el primer brewpub donostiarra ubicado en pleno centro de la ciudad, a orillas del río Urumea. Los llevaba siguiendo por redes desde su inauguración en 2020, e incluso he procurado hacerme con varias de sus cervezas (en formato lata) a través de alguna tienda online - los que sois seguidores acérrimos del blog podéis dar cuenta de ello-. Así que tenía muy claro que la próxima vez que pusiera un pie en San Sebastián sería para ir, sí o sí, al Baga Biga. Hemos tardado más de lo que nos hubiera gustado regresar a Euskadi, pero al final todo llega en esta vida. Mañanita de turisteo y aperitivo en Hondarribia, llegada a San Sebastián a la hora de comer, coche aparcadito en el parking del Kursaal y derechitos al Baga Biga para pegarnos un buen festivalete. Todo bien.
El local está ubicado en el barrio de Gros, justo delante del río, muy cerquita del Kursaal y de la playa. Es una zona con muy buen ambiente y muchos negocios dedicados a la hostelería, por lo que podemos disfrutar de una buena comida, un buen café de especialidad, un buen helado, o una buena cerveza artesanal -como es el caso- sin tener que desplazarnos demasiado. De hecho, hay varios cervecerías craft por la zona, así que se puede establecer una buena ruta birruna sin salir del barrio.
El Baga Biga se sustenta sobre tres pilares: Muy buena cerveza, muy buena comida y muy buen ambiente. Para sostener el primer pilar cuentan con fábrica propia en el mismo local. Tienen dos fermentadores cónicos funcionando a pleno rendimiento para dar salida a sus recetas. Su línea base cuenta con 6 variedades diferentes -que son las que suelen tener fijas en sus tiradores y que además enlatan para venderlas fuera de la cervecería- pero también elaboran novedades periódicamente. En Untappd me aparecen unas 21 elaboraciones distintas, más unas cuantas más en colaboración con otras cerveceras de Euskadi.
En su cervecería te vas a poder beber su cerveza fresquísima, en el punto óptimo de maduración, no ya de kilómetro cero, sino de milímetro cero, hecha allí mismo. En sus doce grifos podemos encontrar todo el producto de Baga Biga, pero además suelen dejar tres o cuatro grifitos libres para cervezas invitadas que van rotando periódicamente. Si por el improbable caso que no nos gustara nada de su pizarra, también cuentan con un buen arsenalete en nevera: en gran parte latas de New England IPAs de cerveceras de Euskadi, pero también algunas joyazas de Fantôme, Oud Beersel, Hanssens, Cantillon o Prizm.
Para sostener el segundo pilar cuentan con una carta extraordinaria. Como factor distintivo respecto a la gran mayoría de cervecerías craft de nuestro país, la carta no solo se sustenta a base de hamburguesas o pizzas.
En Baga Biga han querido apostar por una oferta gastronómica extraordinaria, de manera que independientemente de que te guste la cerveza o no, vas a comer de lujo. Para los beer geeks tienen preparada una extensa lista de viandas pensadas para el maridaje. Siempre he sido partidario de que si vas a servir comida muy top hay que maridarla con cerveza muy top. Esto por desgracia no ocurre en la mayoría de restaurantes de prestigio de nuestro país (ya sean con Solete o con Estrella), afortunadamente en Baga Biga han apostado por que la bebida está a la altura de la comida y viceversa. Tiene toda la lógica del mundo, pero en la mayoría de restaurantes de prestigio no siempre es así. Y ojo, que si queremos tomarnos una sencilla Lager con una hamburguesa y unos nachos, sin más pretensiones, también lo podemos hacer.
Para sostener su tercer Pilar, Baga Biga cuenta con un vertiginoso calendario repletito de actividades para que nunca decaiga la fiesta. El buen ambiente es uno de sus reclamos más fuertes.
El barrio de Gros está bastante animadito y Baga Biga ha querido aprovecharlo y tener una agenda cultural interesante que pueda atraer a un público joven y heterogéneo, cosa que se agradece muchísimo, ya que por desgracia, la mayoría de locales craft de nuestro país acostumbran a ser un campo de nabos. Su calendario suele estar minado de: Sesiones de DJs; música en directo de grupos de jazz, música brasileña, cantautores, grupos locales, Funk, Rock, Soul, Rockabilly, Reggae, Disco y Pop; sesiones de música y tatuajes; clubs de ciclismo con travesía y birreo en meta; eventos tipo meet the brewer; fiestas oktoberfest; y todo tipo de eventos. Da gusto seguir su cuenta de instagram y ver todas las fiestas que se celebran allí, se respira muy buen rollo.
El negocio cuenta con diferentes espacios. El hecho de estar ubicado delante del río hace que sea muy agradable disfrutar de su terraza, con vistas al teatro Victoria Eugenia, el hotel María Cristina y el puente del Kursaal. En caso de lluvia, tienen una buena marquesina que va a impedir que nos mojemos mientras disfrutamos de nuestras birras. Para el sector fumeta resulta el lugar perfecto.
Para todos aquellos beer geeks que nos queremos perdernos nada de lo que se mueve en su pizarra y disfrutamos de la buena conversación con el personal la barra es el lugar indicado. Espacio muy largo que da para una buena cantidad de taburetes. Justo delante, también hay una buena cantidad de mesas altas con sus respectivos taburetes.
Y si queremos disfrutar de una buena comida tranquilamente bien acomodados, nuestro lugar es el piso de arriba. Arriba cuentan con un gran número de mesas con vistas a la barra y a las instalaciones de la fábrica, pero más resguardados del bullicio de abajo. Por último al fondo, se encuentran las instalaciones de la fábrica, donde se elabora la cerveza.
Bien, y por fin ha llegado el momento que estabais esperando: echarle un ojo a todo lo que nos metimos entre pecho y espalda. Os canto la carta: Como entrantes cuentan con patatas brewpub con salsa casera; croquetas de jamón, hongos o chipirones; chipirones fritos con mayonesa negra cítrica; nachos caseros con chili con carne, queso fundido y guacamole; y la degustación de gyozas, de papada ibérica, de verduras con shiitake y de chipirones.
Como productos frescos cuentan con varias ensaladas; burrata artesana con rúcula, tomate deshidratado, pesto y picatostes; mejillones elaborados con cerveza IPA y mantequilla; y por último las vieiras con lima, ajo y perejil.
Para compartir pedimos la ensalada de calabaza asada. Mi mujer y yo, que tenemos predilección por las gyozas, nos pedimos la degustación de éstas. Perfecto porque venían dos de cada. Estaban increíbles. Churumbel 3 pidió las croquetas de jamón ibérica. La putada es que mi mujer y yo veníamos pensando todo el viaje en las vieiras y se nos olvidó pedirlas. Habrá segunda ocasión, no problemo.
Como platos principales cuentan con la pata de pulpo con patatas, pimentón y cebolla al horno; el tataki de atún de almadraba, vainas a la plancha y tierra de algas; alitas de pollo marinadas en cerveza Russian Red y salsa sriracha; baos de cochinita, cebolla encurtida y mayonesa; y por último el costillar ibérico asado con salsa barbacoa, patatas baby y chalotas. También cuentan con 5 variedades diferentes de hamburguesas (una de ellas vegetariana).
Churumbel 1 optó por los baos, que debían de estar increíbles porque no nos dio ni un mordisquito. Churumbel 2 se vino arriba y se pidió el costillar ibérico. Evidentemente no pudo acabárselo y papá y mamá le ayudaron un poco. Aún así tuvimos que pedir un tupper. Progenitor gestante y progenitor no gestante optamos por compartir el tataki de atún de almadraba que estaba como para soltar lagrimones como puños. De éste no sobró.
No solemos perdonar el postre, pero nos habíamos pasado tres puebletes y no convenía forzar la máquina. Tuvimos que salir a dar un paseo para bajar un poco el tema. Por el mismo barrio mi mujer y yo pudimos de disfrutar de café de especialidad en un negocio cercano y mis hijos de unos helados increíbles en una heladería en los bajos del Kursaal. Os pongo los postres del Baga Biga (alguno caerá en futuras visitas): brownie con helado de mascarpone, tarta de queso brulée con frutos rojos y tiramisù de cerveza Imperial Stout.
Tuvimos una grata experiencia en el Baga Biga Faktoria. Durante nuestra visita el ambiente fue especialmente tranquilo (era agosto y un pelín tarde para comer en Euskadi). Pero si vuelvo a San Sebastián sin niños me gustaría muchísimo disfrutar de alguno de sus conciertos regado con unas buenas birras.
El personal muy rápido y muy amable. Hilo musical interesante y la comida y la bebida excepcionales. Es una visita obligada en el panorama
craft donostiarra. Sin más, procedo a colocar el merecidísimo pin en el
Mapa Birruno. ¡Volveremos!
Balance de daños:
-Baga Biga - Glurik. La primera en caer fue la Hoppy Helles de la casa. Mucho predominio del cereal, muy ligera de trago, muy refrescante a la par que bebestible, pero honestamente, no le encontré el puntito hoppy. 5,0%.
-Baga Biga - Bare Bare. La segunda en caer fue esta cerveza Kölsch con predominio absoluto del cereal. Un poquito más de cuerpo que la anterior, y un pelín más dulce y afrutada. Podéis volver a leer la reseña que escribí en su día clickando aquí. 5,5%
-Baga Biga - Bele. Para finalizar el ágape quise terminar con la Imperial Porter de la casa. Sabor tostado, con predominio del café, muy sabrosa, con el alcohol muy bien integrado, y que entra bastante bien para la graduación que tiene.8,3%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario