Y de la cervecera Heller de Bamberg, elaboradores de la archiconocidas Schlenkerla, y de las menos conocidas Heinslein, también tenemos una tercera línea: Stiftsgartenbier.
Se trata de una Historical Beer que recupera una antigua receta del monasterio de Michaelsberg que data del año 1122. Ahí es nada. En el blog del amigo Birras y Quesos está explicada la historia perfectamente
La sirvo en jarra de hoyuelos. Presenta un color entre ambarino y dorado subido, de aspecto totalmente turbio. Viene sin filtrar (en Ratebeer la etiquetan como Kellerbier). Muy bien carbonatada. Gruesa corona de espuma cremosa, densa y persistente de color blanco.
En nariz aroma a cereal, malta un tanto tostada y pan. En boca el sabor es intenso, con el cereal como protagonista, malta un puntito tostada, quizás un puntito acaramelado y un amargor final en mi opinión bastante ido de madre. Muy rica, muy intensa, pero al final me ha acabado cansando por ese final amargo tan incisivo. A saber cómo estaría almacenada. 5,7%. Me costó 2,96€. Botella de 50cl.
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