Y amplío -en parte- una vez más mis horizontes birrunos trayendo al blog una cervecera de Georgia.
Y digo en parte porque se trata de una colaboración con los estonios Pühaste, elaborada en la fábrica de éstos, por tanto soy consciente que de la parte georgiana poca cosa habrá. Ya sabéis qué opino de las colaboraciones, pero en esta ocasión he hecho una excepción por lo peculiar de la cervecera invitada y porque la receta me ha parecido interesante.
Así pues doy la bienvenida al blog a los georgianos Megobrebi, con sede en Tiblis. El año pasado os dejaba constancia de la actividad de los armenios Dargett y con la de hoy constato que se está produciendo un movimiento craft en el Cáucaso bastante interesante.
Megobrebi es fundada en el año 2017 y se especializan en cervezas ácidas, el uso de ingredientes locales e inspirados por el vino local qvevri y la cocina tradicional georgiana.
La sirvo en copa TeKu. La cosa viene bastante densa, turbia y con tropezones, pero sin llegar a dejar la copa con churretes como las Smoothie Sour estadounidenses. Color marronosos con tendencias rojizas. Aspecto no demasiado apetecible. Como estaba viendo que no venía con demasiado carbónico he escanciado a tope, llegando a producir una pequeña cascada invertida similar a la de las Stouts, pero muchísimo más comedida, que da como resultado una tímida capa de espuma de color pergamino de muy poca duración.
En nariz es prácticamente todo fresa. En boca es una cerveza con cuerpo, sedosa, agradable incluso encontrándote pequeños restos de las pepitillas de las fresas y las frambuesas, que no resultan demasiado engorrosos. El sabor de la fresa es delicioso, y el regustillo de la frambuesa sensacional. No es demasiado ácida, además, queda todo descompensado hacia el lado del dulzor de la fruta y el resto de adjuntos, sin llegar a resultar en ningún caso empalagosa o empachosa. La combinación de la fresa, ese fondo avainillado riquísimo y el puntito láctico de la levadura es absolutamente delicioso, formando un combo arrollador. No he sabido encontrar la uva roja, tampoco las galletas de chocolate, pero sí es cierto que con la cerveza ya caliente se percibe claramente el gustillo del chocolate. No soy muy fan de las Pastry Sours pero admito que ésta me ha encantado. Estaría a medio camino entre una Pastry y un Smoothie Sour. Lata de 33cl que pasa bastante bien. Una de 44 tampoco me habría disgustado. 6,5%. Me costó 4,22€.
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