De mis amiguetes Weiherer, que tantas alegrías nos han dado, hoy os traigo su Kräusen Hell.
Para los que el término Kräusen os suene a chino -como le sucedió al que suscribe en su día- consiste en mezclar una cerveza prácticamente acabada con una joven, con la fermentación vigorosa) para aportar nutrientes y azúcares a la primera y provocar una refermentación. Como la Reiheitsgebot alemana prohíbe añadir azúcar candy al estilo belga, utilizan este pequeño truqui para que la cerveza no pierda el carbónico.
Al turrón. La sirvo en jarra de hoyuelos. Presenta un color dorado amarillento un tanto velado (viene sin filtrar y está etiquetada como Zwickelbier). Bien de carbonatación. No acabo montando la fiesta de la espuma en casa, pero al menos da para los dos deditos de rigor de una espuma compacta, cremosa y de color blando de persistencia media.
En nariz básicamente malta de cebada. En boca es una cerveza fresca, muy rica y muy agradable, de perfil claramente maltoso. Resulta un poco más intensa que una Helles al uso y con un punto floral muy sutil pero muy agradable que da algo más de alegría al asunto. Final de amargor bastante marcadete. Muy disfrutable. 4,9%. Comprada en Die Bierothek por 2,30€. Botella de 50cl.
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