Aprieta el calorcete, estamos a más de 30 grados a la sombra (lo de a la sombra es importante decirlo para añadir más ranciofact) pero con un par me abro esta Scotch Ale con adición de sirope de arce. La receta además lleva trigo y azúcar.
La firma la cervecera québécois Dieu Du Ciel! -que nos deja loquitos con todo lo que hacen- y aunque en la etiqueta afirman que esta cerveza es apta para la guarda, la verdad es que no me apetecía nada esperarme al próximo equinoccio de primavera para abrírmela y hacer la gracia. No cal. Me la abro en pleno verano y andando nano.
Si alguien se pensaba que por el hecho de ser una cerveza maltosa, tostada y de 9,1% nos íbamos a amedrentar a la hora de abrirla con este calor es que no conoce el buen hacer y la finura de la brasserie de Saint-Jérôme. Ha entrado como la seda.
La sirvo en copa y presenta un color caramelo con destellos rojizos bastante bonitos que hace subir la líbido. Esta vez me he acordado de que la chapa se podía abrir a rosca, cosa que me ha hecho sentir menos monger. La carbonatación es abundante y crea una gruesa capa de espuma compacta de color beis, que no es especialmente duradera que digamos. Al olfato nos llega un agradable aroma a caramelo y malta tostada.
En boca es una cerveza muy sabrosa, con cuerpo, sedosa e incluso yo iría más lejos y añadiría que con una sensación gelatinosa. El sabor es muy maltoso, con el sabor tostado de las maltas como protagonista, añadiendo el puntito dulce y acaramelado del sirope de arce. Nada empalagosa, el sirope en su justa medida, lo justo para saber que está ahí, pero sin excederse en ningún caso. Odio esas Imperial o Pastry Stouts que llevan toneladas de sirope de arce y que te arruinan la cerveza -por no decir la hiperglucemia que te producen- y os aseguro que este no es el caso. Ni de lejos. Los 9,1% ultra bien integrados, ni te enteras que están ahí, y pese al cuerpazo de la cerveza y el calorazo que hace os puedo asegurar que ha entrado con una alegría inusual. Joyaza. Intento comprar todas las referencias de estos canadienses siempre que se me ponen a tiro y lo cierto es que no me he arrepentido nunca de ninguna compra. Brutales como siempre. Comprada online en Beerbao por 4,50€.
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